Coyhaique-. Con un toque de silencio, el pabellón nacional e institucional a media asta durante tres días de duelo nacional y la suspensión de todo acto conmemorativo, marcaron el inicio del 27 de abril, tras el asesinato de tres carabineros la región del Biobío.

Con un profundo sentimiento de pesar, Carabineros inició la jornada de su 97 aniversario con un toque de silencio frente a la Comisaría de Coyhaique, con una formación encabezada por el jefe de Zona Aysén, General Patricio Santos Poblete, lo cual se replicó en todos los cuarteles a lo largo y ancho de la región y el país, en memoria de los héroes institucionales, aquellos 1.240 hombres y mujeres que, a lo largo de 97 años de historia, han rendido la vida en defensa del orden y de la patria.

Se trata del Sargento 1° Carlos Cisterna Navarro (QEPD), el Cabo 1° Misael Vidal Cid (QEPD) y el Cabo 1° Sergio Arévalo Lobo (QEPD), quienes han rendido su vida protegiendo a la comunidad.

Apoyo de la comunidad

Desde las primeras horas de la mañana, Carabineros recibió en sus cuarteles expresiones de cariño, afecto y respeto de la comunidad, quienes concurrieron a manifestar sus condolencias y sentimientos de pesar por la irreparable pérdida de los tres nuevos mártires de carabineros fallecidos en actos de servicio.

"Los Carabineros trabajamos en el ex post a las causas de los problemas, trabajamos para mantener el orden público, para llevar tranquilidad a las personas, trabajamos sobre los delincuentes (…) hoy día, cuando nos embarga el dolor, el sufrimiento, la pena, suspendemos todas nuestras actividades protocolares porque la forma de honrar a nuestros mártires, es haciendo lo que sabemos hacer, protegiendo a las personas, patrullando las calles, estar donde las personas nos necesitan y cumpliendo el juramento de servicio", expresó el Jefe de Zona Aysén, General Patricio Santos Poblete en su alocución en ceremonia de izamiento del pabellón patrio.

El Oficial General añadió que pese al dolor que vive la Institución, Carabineros continuará trabajando y cumpliendo con el deber. "Lo único que nos moviliza es la vocación de servicio público, somos capaces de entregar la vida por los demás, porque lo que nos moviliza es una causa que trasciende en el tiempo que no tiene uniforme ni frontera, que es la causa de servir a quienes más lo necesitan", indicó con profunda tristeza el Jefe de Zona Aysén, quien agradeció el respeto y cariño expresado por la comunidad.

Nobleza en su ideal

La jornada finalizó a las 19 horas del sábado con una misa en la catedral de Coyhaique en memoria de los mártires institucionales, ceremonia religiosa por el Obispo de Aysén Monseñor Luis Infanti de la Mora y el Obispo Castrense Monseñor Pedro Ossandón Buljevic, a la cual concurrió la familia institucional, sumado a la presencia de autoridades y una masiva concurrencia de la comunidad que acompañó a sus carabineros en el primero de los tres días de duelo nacional producto de esta tragedia.

Con profunda tristeza, el General Santos reiteró en este acto religioso que "lo que nos moviliza y nos inspira es orientar nuestro propósito a una causa y un deber público y posicional, y es una causa porque es noble en su ideal, proteger a la comunidad, sin distinción de género, credo, condición u orientación política, es una causa porque la protección de la comunidad trasciende a las instituciones, trasciende a los uniformes y trasciende a los tiempos. Proteger a la comunidad es un deber constitucional, el cual se relaciona con la posición que ocupamos dentro de las estructuras sociales", expresó.