Los concejales de Cochrane, Nilda Soto, Marcela Jerez, Fabián Navarro y Miguel Aravena, lamentaron el cierre del centro de faenamiento animal por parte de la autoridad sanitaria e hicieron un llamado al alcalde Jorge Calderón a subsanar en el más corto plazo las observaciones realizadas por Salud.
Señalan que, a la fecha, una docena de abasteros carniceros no han podido faenar sus animales para venta al detalle, encontrándose la comuna desabastecida de este importante producto que es parte de la dieta de la mayoría de vecinos y vecinas. Esto ha generado también una merma de ingresos para estas familias que viven de la actividad económica, además una enorme incertidumbre en la población.
Para la concejala Nilda Soto, el cierre se debe a la negligencia del municipio, y recalca que dentro de las graves observaciones que se le realizaron están la falta de higiene que pudo tener consecuencias en la salud de los vecinos y los trabajadores, por lo que cree que se hace una necesidad contar con un nuevo CFA en la comuna. Por su parte el concejal Fabián Navarro, señala que el CFA lleva muchos años sin cumplir los estándares que exige la Seremi de Salud, lo que no puede ser excusa para que la actual administración lo tenga en un total abandono. Indica que el cierre de la instalación afecta tanto a los comerciantes que se ganan la vida como a los consumidores que se les priva del producto.
Entre las 24 observaciones realizadas por la autoridad sanitaria se encuentran: falta de aseo y orden general, sector entrega carne con estructuras en desuso y oxidadas, sistema destrucción partes no aptas para el consumo humano no autorizada por la autoridad de Salud y en muy mal estado de conservación, planta tratamiento aguas servidas con sistema aireación eléctrico inutilizado, fosas sépticas colapsadas y tapadas de aguas servidas y riles, drenaje de la planta de tratamiento con afloramiento aguas rojas que escurrirían al río Cochrane, goteras en el techo de sala faenamiento, grietas en el piso, agua acumulada en piso, cerámicas quebradas, rejillas sueltas, combustión sin vidrio, gorro y escantillón, baños trabajadores con grifería rotas y en mal estado, paredes húmedas y trabajadores no usan elementos de protección personal, entre otras.
Para la concejala Marcela Jerez, la situación se había debatido al interior del Concejo hace unos meses atrás y es preocupante debido al cierre. Enfatiza que los vecinos son los principales afectados porque no pueden acceder a los productos y subproductos que allí se faenaban, que además forman parte de la dieta básica de las personas. Espera que los trabajos que se están realizando permitan su pronta habilitación y reapertura dado que es importante para la comuna.
El concejal Miguel Aravena por su parte, enfatiza que no se puede dejar fuera de la ecuación, primero a los trabajadores, cuyas condiciones laborales, de seguridad en las que desempeñan sus labores trasgreden el código laboral y ponen en riesgo la salud de estos operarios y segundo, a los abasteros que viven de la actividad, los que actualmente quedaron de brazos cruzados sin poder generar ingresos para sus familias.
Finalmente, los concejales esperan que el municipio en el corto plazo realice los trabajos necesarios para la reapertura de esta instalación y su funcionamiento, que además se busque un terreno apto para un nuevo CFA y como meta final, que se trabaje desde ya en un diseño para su concreción de aquí a fin de año.
Indican estar disponibles para aprobar los fondos que sean necesarios para la compra de un terreno que permita se concrete el anhelo que tienen la población de un nuevo Centro de Faenamiento Animal para la comuna y con ello resguardar la salud de la población.