Economía sustentable

En estos días nos encontramos con una interesante notica, a partir de un hecho de 1990, que nos llamó la atención y nos hizo recordar lo que hemos aprendido de Manfred Max Neef y de otras noticias del mismo tipo.
La noticia en sí, era sobre que el parlamento de Noruega decidió crear un fondo soberano destinado a invertir las ganancias de sus ingresos provenientes del petróleo del Mar del Norte en beneficio de las futuras generaciones, para cuando ya no exista ese petróleo. Así ya tienen 1,9 billones de dólares en reserva. Con eso Noruega transformó riqueza efímera en patrimonio duradero, le dio estabilidad a su economía y fuente de seguridad para las próximas generaciones. El fondo se gestiona con estrictas reglas evitando tentaciones a su mal uso. Este hecho nos recordó cuando le preguntamos a Max Neef de cómo podría llegar a ser sustentable la minería chilena. La respuesta fue, que, invirtiendo parte de las ganancias levantando alternativas económicas de reemplazo para el futuro. Al menos eso sería sustentabilidad económica y social, faltaría ver la parte ambiental.
Por cierto, Chile podría hacer algo parecido a Noruega respecto a la minería, inclusive litio, la cual, igual que el petróleo, no es infinita. El colapso del salitre y catástrofe subsiguiente ya fué una advertencia histórica. Es más, acaba de comenzar un proyecto para recuperar valioso cobalto desde relaves. ¿Cuánto cobalto, molibdeno, oro y otros minerales valiosos se irán en las miles de toneladas de concentrados que se exportan con pérdidas significativas para la economía nacional? Sería un paso hacia la "completitud (independencia), consistencia (sustentabilidad) y decidibilidad (democracia)" que proponía Max Neef, al igual que hacer lo posible para retener los excedentes (ganancias) en la región creando instituciones financieras regionales y parar eso de crecer en base a sobrexplotar el patrimonio, que es como aumentar la cuenta bancaria vendiendo los muebles. De hecho, Chile sí cuenta con dos fondos soberanos, aquellos de Estabilización Económica y Social y el de Reserva de Pensiones, ambos como reserva fiscal ante tiempos de bajo crecimiento o crisis y financiados con superávit fiscal. ¡O sea, se puede!
También recordamos respecto a estos temas un interesante reportaje sobre el Banco Grameen "de los pobres" (que produjo serios perjuicios para los prestamistas) versus un barrio de Fortaleza, en el Norweste de Brasil, que creó una moneda propia, reteniendo así el flujo financiero dentro de su territorio con grandes beneficios. ¡Esto vale para países también!
Y están las Cuentas Ambientales, posibilidad/necesidad nacional de no seguir autoengañándonos midiendo solo las cifras que suman a la economía, muchas veces basadas en la explotación de recursos patrimoniales, sino restando también la pérdida de esos recursos, patrimonio y servicios ecosistémicos. Años atrás el banco Central tenía un programa dedicado a esto, pero parece que la verdadera realidad económica no gusto a algunos (la política y avaricia de corto plazo priman) y actualmente solo encontramos un informe de 2023 sobre bosque nativo. En cambio, encontramos un Plan Nacional de Cuentas Ambientales del Ministerio del Medio Ambiente, 2015, hecho en conjunto con la U. de Stanford, BID, GEF y Comité Capital Natural. Este último Comité, tuvo una época bastante activa. Sin embargo, todo esto parece que trascendió poco a la opinión pública (al menos nunca supimos de él) y se tradujo poco hacia las esferas de decisiones, donde no priman precisamente objetivos de sustentabilidad.
Finalmente, respecto a este tema vale comentar que, aunque actualmente hay cierta tendencia entre algunas empresas en marquetearse como sostenibles, lo cual para ellos seguramente significa sostener su propia rentabilidad, no para la economía, ni ambiente ni sociedad, en la política electoral contingente este tema esta prácticamente ausente, reflejando la regresión existente.