Escuchar y dialogar aporta, pero las acciones son las relevantes

La mejor señal que debe dar el Gobierno para cambiar la percepción de la comunidad respecto a su gestión, es demostrar que se están haciendo bien las cosas, que se trabaja con eficiencia y que las demoras y obstáculos que han dificultado el desempeño, poco a poco comienzan a revertirse.
Eso es en lo teórico, pero falta llevarlo a la práctica, dejar evidencias concretas de la convicción que el Gobierno tiene en torno a este desafío y comenzar a mostrar los avances, las acciones, porque las autoridades llevan más de tres años desplegándose en los territorios de manera permanente, pero lo que anhela la gente son respuestas y no simples visitas para "escuchar" lo que las personas anhelan. Esa fórmula de escuchar, de conversar., de estar en terreno, no genera nada si no hay una acción gubernamental más decidida y proactiva, y, por cierto, la absoluta convicción de querer atender las demandas de las comunidades. En el último gobierno n terreno realizado en Balmaceda, no llegaron más de 15 personas a la convocatoria de las autoridades, lo que deja en evidencia que lo urgente son acciones, no buenas intenciones.
Es preocupante no diferenciar entre la responsabilidad política que representa gobernar, y apelar a la opinología de trinchera para defender un programa gubernamental. Cuando llegamos a este punto, lo que menos se genera son condiciones para un debate participativo y democrático, y finalmente terminamos todos siendo testigos de confrontaciones ideológicas sin muchos resultados para la gente.
Esta manera de hacer política ya se ha convertido en una nueva forma de plantear puntos de vista, donde por cierto se extraña la tolerancia y el respeto por la diversidad. Y lo que Aysén requiere es que se genere un ambiente donde, además de críticas, se hagan muchas propuestas, se planteen distintas alternativas para salir de nuestras precariedades y comenzar a transitar por un sendero de progreso y más certidumbre.
Las disputas políticas se han agudizado en nuestra región, con declaraciones cruzadas que tienen una directa relación con el período electoral que vivimos una realidad que no deja ver lo que la comunidad demanda y que solo se enfoca en las convicciones ideológicas de quienes protagonizan estas disputas.
La gente está cansada y frustrada por muchas cosas, pero fundamentalmente porque siente que no se escucha al pueblo, y el análisis fino de ese sentir se verá más adelante, en las distintas elecciones que se vienen.