La desconfianza ciudadana y los tropiezos de la administración

El tiempo pasa rápidamente y los plazos se están transformando en una presión permanente y compleja para el Gobierno, porque muchas de las cosas que se anunciaron en campaña y durante el primer año de mandato, aún no muestran evidencias de comenzar a materializarse.
El mejor ejemplo es lo referido al tercer Cesfam para Coyhaique, proyecto fundamental para la capital regional que lleva varias licitaciones, pero aún no se adjudica.
Y así como esa, hay varias otras cosas pendientes que el Gobierno tiene claro que se han transformado en una permanente "piedra en el zapato", ya que constantemente la comunidad lo enrostra y lo exige. Y aquí nos detenemos para señalar que la responsabilidad política de trabajar para lograr un mejor país, más desarrollo y en especial en regiones apartadas como la nuestra, recae prioritariamente en el Gobierno, pero también tiene una arista relevante en la labor legislativa.
Nuestros cinco parlamentarios tienen claro que hay muchas cosas pendientes, y la comunidad espera que todos estén preocupados de sensibilizar al Ejecutivo sobre esas materias. Pero no se advierte un trabajo colaborativo o unidos de parte de nuestros legisladores, y cada uno instala temas desde sus propios intereses y convicciones, pero aquellos de inquietud mayoritaria, como la conectividad terrestre y otros, parece que no cuentan con prioridad en las agendas de los senadores y diputados.
Hoy la ciudadanía se pregunta legítimamente si es posible avanzar y comenzar a ser parte de un proceso de desarrollo que mejore sus condiciones de vida. Porque más allá de cualquier tendencia ideológica, la gente quiere progresar y ver que la colaboración público-privada genera esos resultados. Porque si al Gobierno le va bien, el bienestar se advierte, y se instala en la comunidad una gran certeza, y desde ella, queremos que nuestra región y sus habitantes sean los principales protagonistas de un proceso en el que nadie sobra.
Todos y todas, incluidos los medios de comunicación, debemos sumarnos a este gran objetivo, porque la búsqueda de consensos es una acción que nos convoca sin exclusión ni sesgos.
Lo relevante como comunidad es que siempre debemos asumir colectivamente nuevos desafíos, y el Gobierno, pronunciarse, sincerar la realidad regional y hablarle de frente a la comunidad respecto a lo posible y lo que simplemente seguirá siendo una demanda si respuesta.