Están los consejeros y consejeras regionales en sintonía con las necesidades de la gente. Actúan con sentido común a la hora de votar a favor o en contra un determinado proyecto.
Son interrogantes que hace tiempo vine planteando la comunidad en torno a temas ciudadanos, no políticos, y es ahí donde al parecer a los y las CORES, les cuesta actuar.
Si bien cada uno milita o simpatiza con un partido político, en cualquier gobierno, sea del domicilio ideológico que sea, hay aspectos donde debe primar el sentido común, la transversalidad, el interés superior de las personas y sus necesidades.
Y a propósito del nevo traspié que sufrió el proyecto de buses eléctricos para Coyhaique, volveos a señalar que para la ciudadanía no tienen absolutamente ningún valor, las pequeñeces, polémicas y peleas políticas, algunas muy artificiales e innecesarias. Tampoco interesan las discusiones ideológicas que tantas veces condicionan las importantes decisiones que deben dar paso a las grandes soluciones que generen desarrollo, un aspecto tan anhelado por las personas.
La comunidad aisenina espera respuestas y soluciones a muchas demandas y problemas. Muchas de esas soluciones están en manos de las autoridades regionales y otras en manos del gobierno central y los parlamentarios, que al parecer poco entienden de las particularidades de nuestra región. Las personas esperan que esas demandas sean atendidas o, al menos, conocidas por esas autoridades, con acciones concretas, acercamientos reales, voluntad política para comprender esas particularidades.
Lo que la ciudadanía espera es que las políticas públicas generen el efecto favorable que la gente anhela, que dejen huellas y demuestren que los cambios por los que está administración y la propia comunidad tanto abogan, comiencen a apreciarse.
Porque la región y sus habitantes tienen grandes pretensiones y todos y todas debemos poner nuestros esfuerzos y nuestra mirada en el futuro, con tolerancia y respeto, para buscar los beneficios sociales y colectivos que la comunidad demanda.
De nada sirve trabajar de manera asociativa y con un fuerte énfasis en la participación ciudadana, si no existe tolerancia, si todo se resuelve con descalificaciones y con ataques personales. Eso ha demostrado ser nefasto para la democracia. Y pasa el tiempo y poco a poco se van definiendo realidades y sincerando situaciones que son fundamentales para poder entender cómo nos irá como país en los próximos años.
Y no nos referimos solamente a los indicadores oficiales, sino que también a lo que se percibe en el diario vivir, en la calle, en los espacios públicos, donde la gente intercambia opiniones y sensaciones respecto al momento que enfrentamos.
Y volvemos a señalar que la comunidad quiere ver señales de cambio y el énfasis de la gestión gubernamental puesto en las personas, para, de esta manera, instalar nuevos paradigmas y no replicar el modelo de siempre, cuya máxima es condicionar todo a factores políticos, de rentabilidad y crecimiento.