Parece que ya antes escribimos algo parecido sobre este tema. Algo en que hemos ahondado tratando de entender más. Parece que la historia tiene sus ciclos y la humanidad no quiere aprender de ella; así es como desde hace unos años venimos sintiéndonos casi como si estuviésemos en los treinta.
Con discursos políticos extremistas, incluso centrados en dictadores nefastos de aquella época, recurriendo al populismo, la xenofobia, el racismo y la odiosidad. Una época cargada al belicismo y sus tácticas, entre ellas los "fake", la mentira usada como arma. Todo esto con el respaldo de tecnologías y medios antes inexistentes y que la gente aun ni se percata de cómo se usan para engañarles. De ética, ni hablar. Esto se trata de ganar, sin escrúpulos.
En todo esto, que nos ha afectado también directamente a las organizaciones de la sociedad civil, que hemos sido atacadas, descalificadas, amenazadas por políticos y empresariado, nos preguntamos ¿hasta dónde llegaran esos ataques, mentiras, amenazas y odiosidad? ¿Y qué y quienes contrarrestan esto?
Cuando se observa cómo se lanzan pachotadas, exabruptos y amenazas, en lo cual solemos sentir que les hacemos el juego difundiéndolas y haciendo famosos a esos personajes, nos preguntamos ¿Qué hacer entonces? ¿Hacerles el vacío? Sin duda, muchas veces justamente la idea es llamar la atención para hacerse famosos, pero no por eso se puede dejar pasar cualquier brutalidad. Vale agregar que la polémica, el escándalo, "vende" por lo que los medios de comunicación, felices. ¿Y quiénes son la "galucha", los receptores, para tales barbaridades? ¿El 80% que no entiende a lo que se está jugando, ya ablandados por la crónica amarilla y roja, la desinformación, la conspiranoia y la farándula?
Y que, por lo visto, vota por los más famosos, los que más aparecen en los medios. ¿Tanta "masa embrutecida" y manipulable hay? ¿O esas brutalidades van dirigidas a hacerse los lindos con sus financistas o jefaturas? Aquí vale ahondar en el caso de Trump, que teniendo varias demandas judiciales en su contra (con jueces designados por él) y un asalto al congreso por sus adláteres, llega con amplia mayoría a ser reelegido presidente. Y eso con el financiamiento del multimillonario Elon Musk. Vale recordar que en USA, aparte de ser muy nacionalistas, son super sensibles a candidaturas morales (lo que en este caso no ocurrió). Y también, que gana quien consiga mayor apoyo financiero. Democracia capitalista se podría decir. Evidentemente Musk tiene sus intereses en esto y aparte de dinero aporta el poder inteligencia artificial e información filtrada de X; un "ciudadano Kane" digital.
El mismo Musk ahora apareció en Alemania apoyando a la ultraderecha neonazi belicista. Y en este caso, es un extranjero metiéndose en la política de otro país. Claro, lo hace abiertamente, lo cual al menos tiene su lado de transparencia, mientras otros lo hacen por debajo del escritorio. (¡Es hora de boycotear X!).
La cuestión es que el matonaje político estilo Trump hace escuela y luego vemos, como, por ejemplo, con tácticas, discurso y tecnología parecidas y ayuda de los mismos asesores y posiblemente financistas, Bolsonaro llegó a la presidencia de Brasil, Milei en Argentina y Kast lo intenta en Chile. Y ahora vuelve nuevamente a la carga (más Kaiser que usa tácticas parecidas). Por cierto, suelen contar con campo abonado, por medios de comunicación de su lado y la ineficacia y errores del restante espectro político, aparte del apoyo de empresariado. Por añadidura estos personajes treinteros, tienen cero sensibilidades hacia las crisis ambientales, las que prefieren desconocer.
En el sector empresarial pasa algo parecido, con gerentes y dirigentes que sin tapujos mienten y descalifican con una prepotencia inaudita, sabiéndose o sintiéndose inmunes ante una institucionalidad atemorizada. Ya van varios ejemplos de hacer caso omiso e intentos de reescribir la historia y leyes y otra normativa, incluso pasando por alto la Constitución, para acomodarlas a su antojo.
En todo caso, esto de dejar pasar mirando hacia el lado este tipo de actitudes, fue lo que llevo a lo que ocurrió en los años treinta y su resultado fue funesto.