Todos en silencio

Debido a los adversos indicadores del Banco Central sobre el PIB Regional, ya hay quienes plantean la necesidad que el Presidente de la República visite la zona para poder al menos dar una señal de aliento ante tan compleja realdad, e idealmente, proponer algunas vías de solución a un problema que parece ser sumamente difícil de revertir.
Por cierto, que con o sin visita presidencial, lo más probable es que las dificultades de la zona no se arreglarán, pero, al menos se podría interpretar como una señal política, como un gesto, porque no debe ser grato para ningún jefe de Estado estar en el territorio que más dificultades presenta en temas de desarrollo.
La mala gestión gubernamental en esta zona del país es evidente, y mejorarla se ha transformado en un desafío clave para el Ejecutivo, porque es lo prioritario para salir de este estado de estancamiento. Y para que ello ocurra, el Gobierno debe comenzar a gobernar con otra actitud, pensando que en estos 20 meses que quedan de administración, se juega su legado, y la proyección para una posible futura administración inspirada en su sello ideológico.
Y eso es lo que debe marcar el punto de inflexión para las autoridades nacionales y regionales, ya que el Presidente Gabriel Boric Font lo ha manifestado en reiteradas ocasiones en forma clara y precisa; hay que mejorar la gestión, y desde ella, comenzar a repuntar, a recuperar la confianza de la ciudadanía y desde ahí, lograr una mayor credibilidad y adhesión.
No hay otra fórmula, y ya es momento de que las promesas de campaña y las realizaciones comiencen a notarse más y la comunicación oficial pueda llegar de manera oportuna y clara a la comunidad.
En nuestras reflexiones permanentemente nos referimos a la necesidad de mejorar la gestión gubernamental, instando a quienes se desempeñan en cargos de confianza política a hacer bien su trabajo, de manera eficiente y oportuna, de manera sobria y pensando siempre en la facilidad conceptual del vocabulario para que las audiencias entiendan claramente los mensajes. Se trata sin duda de un factor determinante en esta y cualquier administración. No solo adular al Gobierno los convierte en buenas autoridades, no sirve de mucho relevar al Mandatario y su sello gubernamental, si en la práctica no se ven muchos avances.