Vote Por

Vote por: la gran consigna que por estos días inunda redes sociales y que promueve las más diversas candidaturas con miras a las elecciones generales del 26 y 27 de octubre.
Harta creatividad audiovisual, harto reel, tik-tok y cuanto espacio virtual existe, son el soporte que más cautiva a los distintos abanderados. Publicidad pagada que, según los expertos, siempre deja algún rédito.
Y es que los políticos, los antiguos y los nuevos, los que recién incursionan y los más avezados, tienen absolutamente claro que la ciudadanía no tiene mucho interés por las campañas, menos por las polémicas artificiales e inoficiosas y las peleas ideológicas, muchas de ellas absolutamente innecesarias, ya que únicamente condicionan, y a veces retrasan las importantes decisiones que deben dar paso a las grandes soluciones, esas que generan desarrollo, un aspecto tan anhelado por las personas en esta parte del país.
Porque es un hecho de la causa que la comunidad aisenina sigue a la espera respuestas y soluciones a muchas demandas y problemas. Muchas de esas soluciones están en manos de las autoridades regionales y otras en manos del gobierno central y los parlamentarios, que deben empoderarse mejor de su rol y su compromiso con Aysén.
La percepción ciudadana es clara y rotunda y existe la convicción colectiva que el país y la región viven momentos complejos, pese a los esfuerzos del gobierno por avanzar y comenzar a salir de este estado de estancamiento. Y por lo mismo no debemos perder de vista que a nivel territorial hay también otros efectos propios de la fuerte dependencia que tiene la zona de la inversión pública.
Entonces lo que la ciudadanía espera de la gestión gubernamental es un impacto favorable en su diario vivir, señales de progreso tangibles, porque la gente anhela que las acciones de la actual administración dejen huellas y demuestren que los cambios por los que la comunidad y el Gobierno tanto abogan, comiencen a notarse.
Y de los candidatos y candidatas, franqueza, transparencia y probidad. Porque la región y sus habitantes tienen grandes pretensiones y todos y todas debemos poner nuestros esfuerzos y nuestra mirada en el futuro, con tolerancia y respeto, para buscar los beneficios sociales, económicos, productivos y laborales que la comunidad demanda.