Hace más de 20 años, Fermín Barría llegó a vivir con su familia a la Isla Mulchey, ubicada en el Archipiélago de Las Guaitecas, a unos 32 kilómetros y un par de horas de navegación al sureste de Melinka. 

En este momento, es el único habitante del lugar, pues su esposa y su hijo están en Comodoro Rivadavia por razones familiares. En esa solitaria condición, Fermín Barría debió hacer frente a los últimos temporales que azotaron la zona y que destruyeron parte de la techumbre de su casa y el invernadero que le sirve para proveerse de alimentos.

Para peor, Barría intentó reparar los daños durante el temporal, sin embargo sufrió una caída en altura, un accidente que pudo haber sido trágico, pero que no le provocó más que algunas lesiones leves.

A la distancia, la situación generó gran preocupación en su hijo, quien contactó al alcalde Guaitecas para solicitar ayuda para su padre. Es así como se gestionó un viaje hasta el lugar, encabezado por la concejala Joselyn Hernández y un algunos funcionarios municipales, con la ayuda de la empresa AquaChile para trasladarse a la isla y colaborar con el arreglo de la vivienda.

Luisa Torres, asistente social y encargada de la oficina de la vivienda de la Municipalidad de Guaitecas, nos cuenta que a la vivienda se le voló el techo, por lo que el trabajo se concentró en realizar esas reparaciones y un acompañamiento al solitario vecino isleño.

"Se hizo el viaje a Isla Mulchey, con la ayuda de la empresa AquaChile, la concejala Jocelyn Hernández, dos maestros de los programas de empleo de la comuna y quien les habla, para ver el tema de vivienda", dijo la funcionaria.

"Además de la voladura de techo él sufrió un accidente, pues cayó de su techo en la noche del temporal, tratando de arreglarlo y afortunadamente sólo sufrió dolores de cabeza y de cuerpo. Le ofrecimos traerlo a la posta y no aceptó, pero nos pidió materiales para proteger su techo de otro temporal de viento, pues el techo de su casa no está en buen estado", añadió la funcionaria municipal.

"Lo que se hizo ahora fueron acciones reactivas para proteger el techo y el invernadero, pero se hizo un levantamiento de los materiales que se necesitan para su vivienda, que fue construida por ellos mismos como familias y se necesita reforzarla. Se acordó que un equipo va a ir a la isla por unos dos o tres días para trabajar y ayudarlo", puntualizó Luisa Torres en torno a este trabajo social.