Un compromiso temprano, una sensibilidad de izquierda y un recuerdo clandestino marcan los inicios políticos de Ana María Navarrete (53), matrona y concejala PS reelecta por Coyhaique.
"Éramos secundarios. Teníamos varias brigadas cuando aún se usaban las chapas, no nos conocíamos por los nombres. A muchos de esos amigos hoy no los puedo reconocer".
Más tarde, estudió obstetricia en la Universidad de Chile y estuvo lejos de la política hasta que llegó a Coyhaique: "Durante la campaña de Ricardo Lagos, conocí a compañeras que en ese momento estaban en el Frente de la Mujer del Partido Socialista".
¿Qué crees tú que le falta hoy al partido?
La mística que se tenía en aquellos tiempos. Este es un proceso que viene desde que se terminó la dictadura. Muchas cosas nuestras se han quedado en el camino, y tienen que ver con nuestros ideales socialistas, de mucho trabajo social y de mucho trabajo con lo laboral, con los mismos trabajadores.
Enumera 3 ideales del PS
Lo básico es la lucha por los trabajadores, ahí nadie se puede perder. Con el tiempo, también hemos visto una gran necesidad que tienen los adultos mayores y es una tarea grande. Hay que ponerle mucho impulso para que tengan una vida digna y sin tanto sufrimiento, porque en el fondo lo que tenemos hoy son adultos mayores sufriendo.
Yo creo que también la educación está súper al debe en todo sentido, hemos perdido muchas temáticas a nivel incluso ministeriales. Estudiar historia, estudiar arte, estudiar tantas cosas que nos hacían un pueblo culto.
¿Cómo sientes que ha reaccionado el partido justamente frente a denuncias de trabajadores y trabajadoras contra autoridades que entonces militaban en el PS?
Eso sido un tema super complejo. Yo he tenido una postura muy clara y creo que el partido debe ser de una sola línea y muy clara para todos los militantes y para la opinión pública. Se tomaron decisiones con las que no estuve de acuerdo. Creo que hacer amigos o amigas es personal y es totalmente diferente a tener que guiar un conglomerado político y estar ahí para todos los militantes. Porque acá se involucraban solo militantes, los que denunciaban y la denunciada.
Justamente hoy vemos a uno de los acusadores en una lista y a la acusada en otra.
En Aysén, el PS tiene cuatro corrientes y, paradójicamente, esas personas que están en distintas listas son de la misma corriente. Entonces, eso para todos los que podemos estar dentro del partido y también para los que pueden mirar desde afuera, se ve un quiebre, una grieta.
A pocos días de las elecciones internas, ¿está roto el PS?
Siento que hay divisiones y que hemos intentado lograr la unidad. No se logró porque hay partes que simplemente no respondieron llamadas. Siento que la otra alternativa tiene una cosa más personal y creo que hay un riesgo. Yo estoy en una lista que tiene un tema colectivo y en la otra yo veo algo más personalizado. Y eso creo que no nos hace bien tampoco a los partidos porque los partidos son para todos los militantes. Quienes dirigen estos conglomerados deben ser pluralistas.
¿Cómo evalúas la derrota de Macías?
Marca bastante a una figura política, la exgobernadora, en una derrota que fue contundente. Tuvimos reuniones, hicimos una crítica, una autocrítica, una recrítica. Y fuimos bastante críticos en todo el proceso, en la gestión, y en decisiones que se tomaron. En cosas que se dijeron, que no se escucharon. Hay una crítica importante postderrota. Y eso incluye la visión que tenemos de esta figura (Andrea Macías) que es una gran promesa, pero que tiene esta gran derrota.
¿Sientes que Andrea no escuchó a la colectividad?
Sí nos escuchó, pero finalmente decidió por sí sola.
¿Qué ofreces tú como alternativa?
Yo voy como candidata al Comité Central que es una figura importante dentro de la política de nuestro partido. Soy quien representará a la región en el Comité Central cuando tengamos que tomar grandes decisiones. Entonces, un poco es lo colectivo, mi candidatura nace de pensar en todos los militantes. No tengo aspiraciones a cargos mayores. Soy concejal reelecta y puedo realizar la tarea del Comité Central con la ganancia de todo lo que he recogido como concejala. El partido no solamente tiene que ser para los militantes, también para la comunidad.
¿Fue un error que Andrea Macías dejara el cargo antes de cumplir su período?
Si me lo preguntas a mí como una opinión bien personal, yo hubiese preferido que ella hubiese terminado su período como gobernadora y que hubiese estado preparándose para una posterior elección, seguramente en el próximo periodo.
Como socialista, ¿qué te pasó con la bajada de Bachelet?
Me dolió, yo quería que fuera ella. Siempre he pensado que es una excelente mujer y que lo hizo bien, a pesar de todas las dificultades que pudo haber tenido en sus dos períodos.
¿Tienes un candidato PS al menos en tu cabeza?
No. Porque uno lo busca y me cuesta imaginar otros que sean tan potentes. Igual creo que siempre me gustó Carolina Tohá, creo que puede ser una buena candidata y si todos vamos hacia allá, yo creo que esa será la candidata. Y todos vamos a trabajar por ella.
Contraloría le solicitó a la consejera regional Marisol Martínez, hasta ahora cabeza del PS en Aysén, que devolviera recursos por horas no trabajadas. ¿Cómo analizas el episodio?
Siendo funcionaria pública y con cargos de elección popular, tenemos restricciones. Hay que ser super cuidadosos y llevar todos los horarios controlados. Creo que es super delicado. Claramente, esto es sabido por la militancia y ahí verá cómo evalúa eso en el momento de la votación.
Ante un examen de probidad, ¿sientes que eres mejor alternativa?
Yo siempre intento cumplir con todo lo que tiene que ver con probidad, mis rendiciones, porque una sabe que el tema es complejo y en cualquier momento se puede hacer una investigación.
¿Cómo ves hoy la alianza de Gobierno frente a las primarias?
Yo creo que la alianza está definida. Solo falta saber si se suma la Democracia Cristiana para tener toda la unidad de la centroizquierda. Pero yo creo que va caminando y bien.
¿Por qué le vendría bien hoy día un cambio el Partido Socialista Aysén?
Porque hemos buscado la unidad y a pesar de que yo pertenezco, como secretaria política, a la directiva anterior, creo que la evaluación de la militancia no es tan buena por diferentes razones.
Allende como figura principal en la historia del partido, ¿te sigue representando?
Lo tengo en mi corazón, es un gran luchador social y es una figura que nos marca. Es la figura a imitar en todo sentido. Hoy nos tiraría las orejas por muchas cosas. Y en el partido, en la región, creo que tenemos buenos valores socialistas y podemos lograr una buena directiva que nos lleve a una mejor relación entre compañeros y compañeras.
Decía Allende que "no pueden vivir los flojos a expensas del que cumple su trabajo", aludiendo al servicio público y el rol de los partidos. ¿Qué queda hoy de esa mirada?
Yo creo que el militante socialista no puede tener flojera. Tenemos que ser todos muy trabajadores. Yo por ejemplo, concejala, matrona, mamá, todos los roles que uno pueda asumir y los asumo con cariño. Siento que no hay lugar para la flojera. No se puede. No es permitido.
¿Qué le queda de feminista al Gobierno después del caso Monsalve?
Ha sido terrible. No sé si seré tan feminista porque hay cosas que me gustan también de lo más tradicional, pero siento que se cumplieron las cosas que tenían que cumplirse. Se hicieron las denuncias. Y los errores hay que reconocerlos y hay que corregirlos. Yo siempre lo lamento mucho por las víctimas. Creo que a las víctimas siempre hay que escucharlas. No es fácil exponerse.
En una eventual segunda vuelta con candidatos de derecha, ¿qué deben hacer los socialistas?
Es complejo y queda a elección de cada uno. En mi caso personal, yo no puedo votar por alguien de derecha. No me da la mano. A lo mejor hay compañeros que podrían hacerlo, pero es difícil votar por alguien que no es de tu sector.