Las agrupaciones Comité Pro Defensa de la Fauna y Flora (Codeff) Aisén y Aisén Reserva de Vida dieron a conocer una serie de antecedentes que forman parte de una denuncia formal contra diversas empresas dedicadas a la salmonicutura.
La denuncia se presentó ante el Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (Sernapesca) y la Superintendencia del Medio Ambiente y están sustentadas en evidencia fotográfica obtenida en distintos puntos del litoral de Aysén, donde las empresas denunciadas funcionan o han funcionado.
En las imágenes se puede apreciar de manera clara el nivel de contaminación, abandono de infraestructura de trabajo, residuos que afectan a la fauna que habita el entorno y que pone en evidencia el actuar de la industria del salmón en sus faenas de producción.
En la primera serie de imágenes se puede observar residuos e infraestructura en abandono en el fondo marino, además de una colonia de ostras y otros animales marinos muertos entre los centros de cultivo pertenecientes a la empresa Mowi, catalogados con los números de identificación 110317 y 110316, en el canal Ferronave.
El segundo caso corresponde a infraestructura abandonada y residuos de hidrocarburos en riesgo de inmersión con su consecuente peligro de grave contaminación al entorno natural, algo inminente, toda vez que el agua se encuentra a solo 20 centímetros de ingresar a las bodegas.
Estos están ubicados en las cercanías inmediatas de un pontón de la empresa Los Fiordos LTDA. identificado con el número 110133.
El tercer lugar amenazado corresponde a dos pontones abandonados de la empresa procesadora Cailin SPA, individualizada con el código 110035, ubicada el noroeste de Punta Victoria, en la Isla Churrecue.
En este lugar, es evidente el desgaste de las estructuras que se encuentran en el lugar, más aún considerando que algunas de sus partes ya están en el fondo marino y otras se encuentran a la deriva en las cercanías.
La cuarta denuncia deja en evidencia el estado de abandono instalaciones en la costa de la isla Tránsito, en pena Reserva Nacional Las Guaitecas, ubicados en las cercanías de centros de cultivo pertenecientes a AquaChile y Procesadora Calbuco.
En este lugar, se ve pasillos abandonados y en parte sumergidos, en lo que parece haber sido un muelle. El paisaje se ve afectado por la presencia de cables flotadores y estructuras metálicas oxidadas, muchas de las cuales están en el fondo marino.
Un quinto punto está en el centro de cultivo catalogado con el número 110217 de AquaChile, ubicado en el Canal Refugio, al este de Punta Lira en la península de Melimoyu.
Las imágenes son tan fuertes como elocuentes. Aves y animales marinos muertos con evidentes marcas de redes en los que fueron o quedaron atrapados.
Incluso, se ven animales vivos que habitan y transitan por su hábitat natural con redes atoradas en el cuello (ver foto principal).
Un sexto sitio identificado son los restos de estructuras abandonadas y medio sumergidas en la costa del Grupo Los Muertos-Isla Canalad. Este lugar corresponde el Centro de cultivo de Los Fiordos, número 110595, en pleno Parque nacional Isla Magdalena.
El séptimo lugar presenta desechos sólidos y estructuras abandonadas cerca de un centro de cultivo de MOWI, ubicado en la Isla Sin Nombre, cercano a islas Laurel y Betecoy, en la comuna de Guaitecas.
Las fotos ponen en evidencia la presencia de múltiples implementos y estructuras de trabajo, como mangueras, cajas y boyas abandonadas en la costa.
Un octavo sitio corresponde a estructuras abandonadas sumergidas, desechos y construcciones en tierra y en el mar, ubicadas en el canal Picalito, islas Valverde y Garrao, lo que es un centro de cultivo de AquaChile aparentemente fuera de su concesión.
Además de los anteriores, también se denunció la presencia de desechos acuícolas del Centro Invermar Walker III, según indican las leyendas pegadas a los propios desechos, ubicados en el estero Walker, en la Reserva Nacional Las Guaitecas.
Estos últimos fueron hallados durante una exploración turístico-arqueológica realizada por el borde norte de la Península de Taitao.
De acuerdo a lo señalado por Peter Hartmann, director de Codeff Aisén y presidente de la Agrupación Aisén Reserva de Vida, "estos casos, que no son los únicos, demuestran nuevamente el falso discurso de la industria salmonera", a la vez que manifestó su esperanza en que "la institucionalidad haga valer la legalidad vigente".