Durante tres días, el Jardín Infantil Gabriela Mistral de Coyhaique, el más antiguo de la región de Aysén, fue el escenario de un hito en la educación parvularia y la conservación de la biodiversidad. Con la participación de niñas, niños, familias, educadoras, vecinos, y funcionarios de Junji, Conaf, Medio Ambiente, Educación, SLEP Aysén y Comunidad Portal, se realizó una plantación participativa que marcó el inicio del primer bosque nativo educativo bajo el método Miyawaki en la ciudad.

Este nuevo núcleo biodiverso, que alberga más de 25 especies distintas, no solo constituye un aporte al medio ambiente, sino que también está diseñado con fines pedagógicos. La inauguración estuvo acompañada de una ceremonia festiva y espiritual, incluyendo una rogativa mapuche de agradecimiento a la tierra, destinada a bendecir el bosque. Este evento da el puntapié inicial a la iniciativa "Red de Ecosistemas para la Infancia", un programa que tiene como objetivo transformar los patios de todos los jardines infantiles públicos de administración directa de Junji Aysén en espacios de aprendizaje basados en la naturaleza.

La Red de Ecosistemas para la Infancia busca innovar en la educación parvularia en zonas extremas al incorporar herramientas pedagógicas que favorezcan el desarrollo integral de niñas y niños, especialmente aquellos con trastornos del aprendizaje y necesidades especiales. Esta transformación, realizada en colaboración con Junji, Conaf, Fundación Naturaleza Pública y Mañke Chile, busca también fortalecer la cohesión social y la biodiversidad en las comunidades educativas de la región.

La cofundadora de Fundación Naturaleza Pública, María Jesús May, destacó el impacto a largo plazo de la iniciativa. "Buscamos transformar el futuro de la Patagonia desde sus niños, mediante la implementación de un programa piloto en la educación parvularia pública, que promueve el desarrollo integral de la primera infancia, la biodiversidad y la cohesión social en la comunidad educativa, estableciendo un modelo replicable para la resiliencia ambiental y social en zonas extremas".

El bosque nativo también está acompañado de un plan pedagógico de educación al aire libre, co-diseñado con el Jardín Infantil Gabriela Mistral y liderado por Mañke Chile. Este programa fomenta el desarrollo físico, social y emocional de los niños desde la primera infancia, cultivando hábitos y conocimientos que los conviertan en futuros guardianes de su territorio, al aprender a cuidar los árboles que cuidarán de ellos y de las próximas generaciones.

Con este enfoque innovador, la Red de Ecosistemas para la Infancia no solo contribuye al bienestar infantil, sino que también se posiciona como una estrategia clave para la conservación de la biodiversidad en ciudades y comunidades rurales de la Patagonia.