El desarrollo económico de los territorios depende en buena medida de la capacidad de activar sectores estratégicos, diversificar la matriz productiva y generar condiciones para que las empresas puedan crecer, innovar y crear empleo. Desde esa lógica, el programa "Fomento a Proyectos Estratégicos e Inversión Productiva Regional", impulsado por el Gobierno Regional de Aysén y ejecutado por Corfo, ha sido una herramienta concreta y efectiva para aportar dinamismo a la economía regional.
A través de una inversión pública superior a los tres mil millones de pesos, el programa permitió desplegar distintos instrumentos de apoyo adaptados a las necesidades y características del ecosistema empresarial de Aysén. En total, fueron 235 micro y pequeñas empresas las que accedieron a financiamiento, asistencia técnica, infraestructura productiva, validación comercial o capital de trabajo, contribuyendo así al crecimiento sostenido de distintos sectores.
Una de las grandes fortalezas del programa fue su capacidad de atender simultáneamente múltiples rubros y etapas del desarrollo empresarial. A través de la línea de financiamiento Desarrolla Inversión, 49 proyectos recibieron apoyo para concretar inversiones productivas en activos, infraestructura y capital de trabajo, fortaleciendo la capacidad operativa de empresas regionales como Cervecería Hopperdietzel, que logró triplicar su producción gracias al programa. Este impulso público, que alcanzó un monto definitivo de más de $1.060 millones, fue acompañado por un sólido compromiso del sector privado, que aportó cerca de $872 millones en inversión directa. De este modo, el programa no solo apalancó recursos, sino que también movilizó capitales, aceleró decisiones de inversión y multiplicó su impacto en el tejido productivo regional.
El programa Semilla Inicia, por su parte, permitió que ocho emprendimientos de alto potencial validaran sus modelos de negocio, accedieran a servicios especializados y desarrollaran nuevas líneas de trabajo, como es el caso de PatagoniaBees, que comercializó sus cápsulas antioxidantes en mercados fuera de la región.
Un componente esencial del programa fue la implementación del PAR Impulsa, a través del cual se apoyó a 162 empresas desde La Junta hasta Villa O'Higgins. Estas convocatorias territoriales permitieron atender realidades específicas de provincias como Capitán Prat, General Carrera y Aysén, y de la comuna de Lago Verde, además de sectores como medios de comunicación, armadores de embarcaciones y empresas lideradas por mujeres de Coyhaique. Este enfoque permitió que empresas afectadas por la pandemia pudieran reactivar sus operaciones, recuperar su capacidad productiva e incluso explorar nuevos modelos de negocio.
En el ámbito pesquero artesanal, el programa implementó el Activa Áreas de Manejo, beneficiando a 16 organizaciones de pescadores artesanales de localidades como Islas Huichas, Puerto Gala, Melinka, Gaviota, Caleta Andrade y Puerto Aguirre. Estos apoyos les permitieron realizar estudios de situación base y seguimiento, fortaleciendo sus capacidades de manejo y producción sustentable.
Estos resultados muestran cómo una política pública bien diseñada puede tener impacto directo tanto en la inversión productiva como en el crecimiento empresarial. Cada empresa fortalecida representa un empleo que se mantiene, una familia que progresa y una comunidad que se dinamiza.
La articulación entre el Gobierno Regional de Aysén y Corfo ha permitido consolidar un modelo flexible, descentralizado y sensible a las necesidades de los distintos territorios y sectores. Aysén avanza así hacia una economía regional cada vez más diversa, resiliente y sostenible, con empresas mejor preparadas para enfrentar los desafíos del futuro.