En época de frío estamos más expuestos a contraer virus respiratorios. Baja la temperatura, tenemos menor ventilación en las viviendas, en los lugares de trabajo o en las salas de clases, que facilitan el contagio viral.
Desde el mes de mayo, en el Hospital Regional Coyhaique, hemos tenido una gran presencia de Influenza A, que generó y generará un aumento de consultas, provocando sobrecarga asistencial ambulatoria, con largas esperas para la atención en nuestros servicios de urgencia, viéndonos sobrepasados en muchas ocasiones
Pero esto no es novedad, pues en todos los inviernos, también antes de la pandemia, la circulación de Influenza A ha sido la responsable del mayor volumen de consultas por sintomatología respiratoria.
Tampoco es novedad que informemos que los grupos más vulnerables son los niños menores de 5 años, personas embarazadas y adultos mayores, especialmente aquellos con alguna enfermedad crónica.
Por todo esto es importante que conozcan algunas enfermedades respiratorias y sus síntomas para prevenir su contagio.
La bronquitis aguda, muy frecuente y prevalente en invierno, se caracteriza por la inflamación de la mucosa bronquial y en adultos sanos y en niños la etiología más frecuente es la viral (influenza, rinovirus, coronavirus, adenovirus, virus sincitial respiratorio, metaneumovirus).
Una pequeña proporción de ellas están causadas por bacterias y entre las más frecuentes encontramos Mycoplasma pneumoniae y Chlamydophila pneumoniae. Su cuadro clínico es el de una infección respiratoria aguda donde el síntoma principal es la tos, de curso autolimitado y buena evolución. Si los pacientes no tienen comorbilidad y se han excluido otras enfermedades que presentan tos, se recomienda un tratamiento sintomático con analgesia y antiinflamatorios. No hay estudios que demuestren la eficacia del tratamiento antibiótico en estos casos.
Es importante mencionar que alrededor del 40% de la población mundial sigue utilizando combustibles sólidos, entre ellos la leña, para cocinar o calentar sus hogares, realidad que no es ajena en nuestra región.
Un volumen creciente de publicaciones sustenta que la exposición a combustibles sólidos, incluida la leña, es un factor de riesgo de enfermedad respiratoria: infección respiratoria aguda en niños, Enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), bronquitis crónica, obstrucción al flujo de aire, hiperreactividad bronquial, asma y cáncer pulmonar, pudiendo ser este factor más importante que la exposición al humo de cigarrillo como causa de la enfermedad.
Incluso se ha documentado la asociación entre la exposición a humo de leña durante más de 10años y la presencia de asma en población mayor de 40años, por lo que se recomienda en días de preemergencia y emergencia ambiental el uso de mascarillas en adultos mayores, niños, embarazadas y enfermos crónicos.
Para concluir no quiero dejar de reforzar la importancia de vacunarse contra la influenza. Estudios demuestran que la vacuna reduce el riesgo de enfermarse a causa de la influenza entre un 40 % y un 60 % en la población general durante las temporadas en que la mayoría de los virus que circulan coinciden exactamente con los virus utilizados en la vacuna.