La jornada organizada por el Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA), cumplió con el objetivo de destacar las potencialidades de la producción de vides en la zona austral y resaltar la cultura de la Patagonia chilena. 

Desde el año 2012, INIA ha liderado la instalación y ensayo de vides con fines productivos en la cuenca del lago General Carrera, ampliando las fronteras de la vitivinicultura nacional. Estas investigaciones realizadas durante los últimos diez años, impulsan promover a través del turismo un sector con potencial para contribuir al ámbito productivo y a la revalorización de la cultura patagónica.

Para la directora nacional de INIA, Iris Lobos, "esto fue un camino de más o menos doce años, donde se probaron ocho variedades distintas en este predio y hoy día podemos decir que tenemos pinot noir, souvignon blanc y chardonnay con sus protocolos a disposición para que cualquier persona. Cualquier productor, pequeño, mediano o grande, puede producir el vino más austral del mundo en Chile Chico. Esta actividad me llena de orgullo en los 60 años del INIA. Es decir, con 60 años de investigación me llena de orgullo estar en la mesa de los chilenos", señaló.

Esta actividad fue organizada de forma colaborativa con la Municipalidad de Chile Chico, la Delegación Presidencial Provincial General Carrera, el Servicio Nacional de Turismo (Sernatur) y empresas locales que ofrecieron la oportunidad a la comunidad de Chile Chico de conocer y disfrutar la producción vitivinícola, hortícola y gourmet. Además, durante este evento, el centro regional INIA Tamel Aike realizó talleres y presentaciones en torno a la producción vegetal y animal. 

En este sentido, el delegado presidencial provincial General Carrera, Cristóbal Barceló, destacó "INIA ha tenido un gran desarrollo productivo, hoy día apuntando a lo vinícola, como también lo fue antes con cerezas, teniendo un nivel de categoría mundial. Ese es el sentido que queremos dar a esta producción de vino para diversificar nuestra matriz agrícola y tener un centro de soberanía alimentaria". 

Por su parte, el seremi de Agricultura, Eugenio Ruiz, señaló "relevamos que estos avances se desarrollan en la línea de un trabajo de larga data en materia tecnológica, con perspectiva sustentable y en favor de la diversificación productiva. Desde 2018 que empujamos un trabajo mancomunado, donde también participó la Fundación para la Innovación Agraria (FIA) con el proyecto de "Vitivinicultura de interés eno-turístico en la Patagonia Occidental de la región de Aysén" para estos efectos. Vemos hoy que en lugares donde anteriormente no se producían algunos productos, ahora tenemos el viñedo más austral del mundo, promoviendo que desde el campo se generen nuevos elementos en beneficio de más localidades en la región", indicó.

La generación de innovación en modelos productivos replicables para productores agrícolas ha sido la premisa del trabajo desarrollado por INIA en Aysén. Un ejemplo de esto es el reconocido esfuerzo en la consolidación del rubro cerecero en la zona del lago General Carrera, a lo que se suman los ensayos que desde el año 2012 han buscado evaluar parámetros enológicos y desarrollar un paquete tecnológico que permite enfrentar condiciones climáticas adversas para el cultivo de vides.

De esta manera, en 2016 se estableció un viñedo experimental en Chile Chico, confirmando la viabilidad de la vitivinicultura en la región y promoviendo el turismo local, además de fortalecer capacidades empresariales. En 2017 se lanzó el vino Keóken, marcando el inicio de la producción vinícola en la Patagonia. Finalmente, en 2019 se inició el proyecto de FIA para establecer viñedos comerciales en Chile Chico y Puerto Ibáñez, culminando en marzo de 2023 con el lanzamiento de los vinos más australes del mundo.

Asimismo, la directora regional de INIA Tamel Aike, Camila Reyes, dijo que "ha sido muy gratificante contar con la participación de tantas personas de la comunidad, productoras de hortalizas, artesanas, demostraciones de productos gourmet elaborados a nivel local. Este ha sido un esfuerzo colaborativo y a todos quiero agradecer el apoyo entregado para que este evento haya sido posible".

Finalmente, el investigador a cargo, Diego Arribillaga, añadió que "esto nos permite diversificar la alternativa frutícola. Chile Chico tiene una amplia posibilidad de producir distintos tipos de frutas y variedades. Desde un punto de vista comercial, el cerezo marcó una tendencia relevante y hoy en día es el cultivo de la vida para la producción de vino. Si bien es un mercado pequeño, siempre está pensado al enoturismo rural. Es decir, el turista que viene a visitar la Patagonia, tenga la posibilidad de conocer un producto nuevo, distinto a otras cosas que va a encontrar en Chile".