El concejal de Cochrane, Miguel Aravena Torres, denunció la situación que viven alrededor de 136 familias de Cochrane, 31 de Tortel y 38 de Villa O'Higgins, todos de la Provincia Capitán Prat, las que desde el año 2020, están esperando la reposición y estandarización de los sistemas fotovoltaicos instalados en las etapas I del año 2010 y II del año de 2014, que favoreció a 90 y 115 beneficiarios respectivamente.

Recordar que estos proyectos fueron inéditos en la región de Aysén, orientadas a proveer de energía eléctrica a viviendas del sector rural, con un alto grado de aislamiento, a las cuales por su lejanía no sé puede llegar con el sistema de extensión de red, muchas de las cuales se encuentran en la actualidad a oscuras por la falta de mantención, principalmente del banco de baterías que cumplieron su vida útil.

"Es impresentable que las autoridades pasarán 5 años elaborando un catastro y diagnóstico para resolver esta situación y ahora las soluciones estarían entrampadas en la burocracia centralista del Ministerio de Energía en Santiago. Esto sin duda ha llevado a desmejorar la calidad de vida de estas familias, que lograron el beneficio con la esperanza de contar con las condiciones mínimas para vivir y además les permitiera producir bienes y servicios para aportar al desarrollo de sus respectivas comunas desde el mundo rural", enfatizó el concejal.

La actual iniciativa a marzo de 2024 tenía un 60% de avance, considera la reposición de 158 sistemas con un estándar mayor a los actuales, de estos, 110 de 136 soluciones corresponden a la comuna de Cochrane, 22 de 31 soluciones a la comuna de Tortel y 26 de 38 soluciones a la comuna de O'Higgins, beneficiando a cerca de 500 personas del mundo rural con un costo global de $4.605 millones y se enmarca en Plan de Zonas Rezagadas, Provincia Capitán Prat.

Finalmente, el concejal Aravena, espera que las actuales autoridades avancen con rapidez para atender estas demandas, que ojalá la iniciativa en sus diversas etapas se licite antes de fin de año y que las soluciones estén entregadas antes del invierno del 2025, donde hay menos luz natural, para que estas familias puedan desarrollar sus vidas con las condiciones mínimas que se requieren en pleno siglo XXI.