La ultima semana del mes de agosto de este año nos encuentra próximos a dejar el tiempo más frío y dificil de estas latitudes, donde poco a poco los días comienzan a ser más largos, amanece más temprano y oscurece también más tarde. Algunos dicen que esta es la época más hermosa de la Patagonia, cuando se acerca la primavera y los meses más luminosos, septiembre, octubre, noviembre, son la mejor parte del ciclo, donde el sol calienta más y se sienten los nuevos aromas de la vegetación circundante y por supuesto observamos cada día variados e intensos colores. Esto nos muestra lo privilegiados que somos al vivir en estas tierras, cuestión que a veces se nos olvida y no somos realmente capaces de dimensionar.
Veamos una fotografía de nuestra capital regional, en inicio de temporada turística, a cambiado algo o se mantiene todo igual, de todo un poco al parecer, algunas cosas han mejorado, otras han empeorado, las calles se mantienen igual con sus eventos característicos, en otros lugares, como el camino hacia los sectores El Claro y Lago Atravesado, la cosa esta terrible, cada vez peor, la cantidad de eventos es demasiada, resulta muy dificil conducir sin caer en alguna grieta, la pasarela sobre el río Simpson en la Piedra del Indio, está abierta nuevamente al tránsito vehicular, con un alto flujo |de automóviles, camionetas y otros y lamentablemente muchos imprudentes que no respetan el signo pare, que está al inicio en el sentido de Coyhaique hacia el sector El Claro.
El tema más sentido por la comunidad sigue siendo la cantidad de perros que circulan por sus calles y pasajes, en el centro de la ciudad, la plaza de armas y ciertos sectores, los cuales no son perros vagos, sino que son perros abandonados por sus propios dueños, los que se transforman en un problema de salud pública, ya que muchas veces en grupos, atacan y muerden a los transeúntes, lo mismo ocurre en las poblaciones, impiden el paso de los vecinos y esparcen además la basura dispuesta en bolsas plásticas, acrecentando otras de las dimensiones que se observan en nuestra fotografía urbana, que es la gran cantidad de desechos de todo tipo, es decir basura, que se encuentra en nuestras calles y avenidas. En estos dos problemas los únicos responsables seguimos siendo los seres humanos.
Lamentablemente como sociedad hoy en día acostumbramos a emitir juicios morales por redes sociales, pero en la praxis, seguimos actuando como barbaros. Es decir, somos bastante inconsecuentes. Vivimos sin tiempo, decimos constantemente que no tenemos tiempo para nada, así nos olvidamos de cuidar nuestro medio ambiente y no nos preocupamos de recoger nuestra propia basura. Quizá por eso talamos los árboles, argumentando cualquier justificación, derrumbamos años, eliminamos oxígeno, quitamos la sombra, abrumamos el paisaje y no nos damos cuenta de nuestro poder destructivo, enceguecidos por la modernidad. La semana pasada talaron el maqui de calle Bilbao, quedo tristemente reducido sobre la vereda.
Hay nuevas farmacias, más lugares de comida, más carritos de comida no saludable, se extraña el mítico Casino de Bomberos, que la comunidad espera pueda pronto reabrir presencialmente, sigue aumentando la cantidad de vehículos, incrementando a su vez el colapso de las calles principales en horas complejas, aún no sabemos qué pasa con las ciclovías, existe mucha velocidad en las calles, por lo mismo siguen siendo frecuentes las colisiones entre vehículos motorizados por exceso de velocidad, vehículos mal estacionados, servicio de parquímetros, balaceras y aumento de delitos, el inevitable precio de los nuevos tiempos y sus inequidades.
Ahora se viene la época de elecciones, con muchos candidatos que van a comenzar a estar en todas partes, saludándonos sonrientemente, estrechándonos la mano, aprovechemos entonces esta ventana de oportunidad, para comprometerlos a mejorar un poco nuestra fotografía actual. Ojalá así sea.