Para ningún Gobierno es cómodo convivir con la incertidumbre, sea del ámbito que sea, por el contrario, desgasta y provoca roces internos, en especial cuando el sustento lo da una coalición de partidos políticos.

Por ello es que el discurso político debe ser capaz de mostrar más coherencia, acciones y logros, para así contrarrestar el desencanto y empezar a generar un ambiente más constructivo, más favorable en la siempre compleja relación del Ejecutivo con la ciudadanía. No es un capricho que la gente quiera certezas, transparencia y fundamentalmente, ver un Gobierno haciéndose cargo de sus demandas más urgentes, quiere seguridad y estabilidad, y autoridades comprometidas que estén en terreno, que sean coherentes y pongan en práctica lo que el propio presidente Gabriel Boric definió como aspectos fundamentales de su mandato.

Cuando criticamos o destacamos la gestión del Gobierno, como medio de comunicación y manteniendo nuestra independencia, como empresa autónoma que no pertenece a ningún holding o grupo económico del rubro, estamos contribuyendo, por cierto, a generar un estado de mayor confianza y de transparencia en torno a la labor gubernamental

En nuestras editoriales permanentemente los análisis abordan la necesidad de generar un clima de más confianza y trabajo colaborativo entre Gobierno Nacional y Regional y ciudadanía, ejercicio que siempre da frutos ya que permite buscar puntos de encuentro en torno a las demandas colectivas. Y lo hacemos porque advertimos autoridades designadas muy desconectadas de la gente y de sus necesidades, más preocupadas de hacer videos para redes sociales, mostrando una realidad paralela, que enfocadas en los problemas y urgencias que la personas expresan a diario.

Una opinión simplista podría concluir que somos gobiernistas cuando publicamos noticias positivas que resaltan la gestión, o somos opositores, cuando deslizamos una crítica al actuar del Gobierno. Pero ese análisis no tiene cabida en una sociedad bien informada, en una comunidad atenta y vigilante al desempeño de sus autoridades, no solo de Gobierno, sino que también legisladores, consejeros regionales, concejales/as y alcaldes y por cierto al desempeño del mundo privado.

Y hoy existen varias situaciones que mantienen una legítima preocupación de la ciudadanía y la comunidad quiere ver más señales y actitudes que muestren que la prioridad está puesta en mejorar y transformar a la gente y sus demandas, en el principal insumo de la gestión del Gobierno, y al Ejecutivo, por su parte, mostrar que es perfectamente posible avanzar en los desafíos trazados el 11 de marzo de 2022, cuando asumió la conducción del país.

La ciudadanía ha estado permanentemente exigiendo ver mejoras sustantivas en el desempeño de la acción gubernamental, es decir, pidiendo que se noten avances y se pongan en marcha proyectos de inversión para dinamizar la economía y el empleo, despejando así las señales de incertidumbre y generando las certezas que la gente demanda para sentirse parte del desarrollo y los avances que experimenta el país.