Siempre son importantes las visitas ministeriales, porque más allá de las agendas oficiales que les diseñan, su presencia en el territorio les permite recoger o conocer el lado B de esta zona del país, evidentemente afectada por el subdesarrollo y con una población que expresa permanentemente su sensación de abandono.
Hoy llega a Coyhaique el ministro de Hacienda Mario Marcel, y podrá experimentar de manera directa el ambiente de desencanto y frustración que hoy reina en la zona, especialmente en el ámbito económico. Seguramente ya tiene varias minutas memorizadas para poder enfrentar la ola de peticiones y reivindicaciones que recibirá en sus distintas audiencias, y por lo mismo volvemos a reiterar que no se debe perder de vista que la comunidad se pregunta a diario, cómo lograr un mayor nivel de desarrollo en esta región apartada y en evidente rezago respecto al resto del país. No sabemos si el secretario de Estado tiene respuestas concretas a las diversas problemáticas que le plantearán, o su visita es solo de "reconocimiento" de la realidad regional.
Por eso es importante la comunicación, y la labor que realizan los medios de comunicación, al cumplir con su función de ser incisivos en sus preguntas, de manera que las respuestas que entregue el ministro tengan sustento y realismo, algo que lamentablemente no todos los secretarios de Estado manejan. Esta no debe ser una visita políticamente correcta, sino que una verdadera oportunidad para que el responsable de la Hacienda Pública pueda formarse una impresión objetiva y práctica de la realidad regional, sobre todo en temas como carestía de la vida, de la energía y muchas otras variables que han generado una evidente falta de competitividad de la región de Aysén frente a otros territorios. Una inequidad que no se resuelve solamente con subsidios ni instrumentos especiales de fomento, sino que con políticas de Estado más robustas y eficientes para revertir nuestro subdesarrollo.
Se trata entonces de desafíos tremendos que los últimos gobiernos no han podido resolver, ya que solo se han implementado soluciones parciales. Siempre hemos sostenido que es sumamente relevante que la gestión del gobierno esté en permanente evaluación por parte de la ciudadanía, y es bueno que así también lo entienda la administración de turno, que siempre está sujeta al escrutinio popular, algo que por cierto le hace muy bien a nuestra democracia.
Sabido es que existen en la zona numerosas demandas no resueltas que siguen generando una sensación de insatisfacción, de frustración y de abandono. Por ello se hace tremendamente necesario sumar voluntades y planificar con consenso y seriedad, una propuesta amplia e integradora, poniendo en valor la unidad regional como uno de los pilares fundamentales para alcanzar las metas que tanto anhelamos.
Sabemos que todo gobierno desea y promete establecer nuevos estándares de desarrollo y hacer que éste llegue a las personas, pero como suele ocurrir, el propósito siempre queda al debe con las expectativas de la comunidad regional. Esta administración debe asumir y reconocer que Aysén necesita mucho más compromiso y recursos para poder desarrollarse al menos en igualdad de condiciones con otros territorios, de lo contrario, no se advertirán diferencias.