Sería sumamente interesante conocer la reacción de cada uno de los parlamentarios respecto al estancamiento económico que vive la región de Aysén, pero, además, saber si entre los 5 existe alguna mínima coordinación o trabajo asociativo que se haga cargo de esta realidad, y se traduzca en una propuesta seria y contundente para revertir este adverso escenario.
Lo propio espera la comunidad del Consejo del Salmón y de SalmonChile, de la Multigremial y de toda organización que sienta la necesidad hacer una contribución propositiva y no ideológica frente a esta realidad regional. También de las autoridades del territorio, delegado presidencial y gobernadora, porque, insistimos, la sensación de desencanto y de pesimismo es categórica.
Y pasa esto porque las autoridades de turno no han sido capaces de enfrentar esta situación y al parecer viven en un mundo paralelo, donde, o no aprecian lo que verdaderamente ocurre, o simplemente prefieren poner la mirada en otra parte.
Las estadísticas del Banco Central dejan en evidencia una realidad rotunda; Aysén enfrenta problemas serios en el ámbito económico y laboral. Falta de empleo, estancamiento de la inversión pública, proyectos paralizados, inversión privada casi nula, es decir, un escenario oscuro, incierto, que poco espacio deja para estar optimistas.
Y no podemos olvidar que los grandes anhelos del país y sus regiones se van cumpliendo en la medida que los ciudadanos y el gobierno de turno, asuman una convicción en torno a esas metas, las que por cierto se sustentan en demandas de larga data y que se relacionan con la legítima aspiración que tienen las personas por progresar y mejorar sus condiciones de vida.
En Aysén esa máxima parece ser aún más intensa, ya que somos una zona extrema que ha debido sortear muchísimas dificultades para poder lograr desarrollarse, una realidad en la cual los todos los últimos gobiernos, de 1990 en adelante, tienen una importante cuota de responsabilidad.
La ciudadanía plantea a diario que quiere crecer, desarrollarse y proyectarse, y ese mismo anhelo se transforma en un objetivo región, se requiere medidas y políticas acertadas para lograrlo, no solamente excusas ni permanentes justificaciones.
A un mes de las elecciones, con una campaña política con muchas promesas, cortes de cinta, entrega de recursos, entrega de terrenos, colocación de primeras piedras y cuanto show sea posible hacer, la sensibilidad ciudadana se exacerba, pero si no hay sintonía, difícilmente habrá un reconocimiento de la gente a las acciones gubernamentales, por positivas o relevantes que estas sean. Hay que actuar con sentido de urgencia, hay que reaccionar, porque los indicadores del Banco Central no tienen sesgo ideológico, son reales y preocupantes.