Se inicia un nuevo periodo de elecciones y todo cambia mágicamente, al consultar al respecto, muchas personas dicen no saber mucho de estas, ni que es lo que se elige en esta oportunidad, esto es lamentable, se nota mucho la falta de educación cívica en la población, la ignorancia es nuestro peor enemigo dice una antigua canción, otros manifiestan estar decepcionados de estos procesos, otros quieren que se renueve todo, que no sean siempre los mismos que transitan entre un lugar y otro.
En este contexto, de acuerdo con los plazos establecidos por el Servicio Electoral, se inició el periodo de propaganda electoral en espacios públicos y privados, extendiéndose hasta el jueves 24 de octubre, todo esto con miras a las elecciones regionales y municipales del 26 y 27 de octubre próximo.
Todas las candidaturas ya pueden instalar elementos visuales, donde se consideran las famosas "palomas" en espacios públicos, cuestión que aquí ya se inició en el By pass, los cuales deben ser expresamente autorizados por el Servel, ajustándose al máximo de instrumentos de propaganda permitidos y a la dimensión máxima de dos metros cuadrados. Si bien se hace entrega de una nómina de las plazas y parques u otros lugares que están autorizados para instalar propaganda electoral, la labor de las "palomas", con sus repercusiones contaminantes, están cada día más puestas en duda por la opinión pública y especializada.
Algunos expresan que la necesidad de usar este tipo instrumentos de propaganda ya no es tanta, priorizándose otros medios de difusión, uno de los factores más relevantes es el impacto medioambiental de estos elementos gráficos. La gente está cansada de la tradición de la política, entonces ocupar espacios públicos también genera un malestar y se ve, por ejemplo, con la destrucción de palomas de candidatos.
Esta es la época de campañas a través de plataformas digitales, algunos expresan que la gente está cansada de ver cómo la clase política tradicional ensucia las ciudades y después de las elecciones nadie se hace responsable. Existe consenso al parecer en dar una clara señal de reducir los elementos altamente contaminantes de la campaña electoral. Hoy en día la ciudadanía no decide su voto por una imagen y se espera, que sean las ideas las que predominen a la hora de elegir.
Las campañas están en un proceso de transición, considerando las actuales plataformas por donde se difunden las ideas. Las redes sociales son el espacio más utilizado, sin embargo, existe falta de monitoreo de la propaganda electoral vía redes sociales, donde las fake news o particularmente la propaganda destructiva no tiene regulación y eso puede traducirse en escenarios de enfrentamiento y descalificación.
Muchos factores entran en juego en el momento de votar, actualmente está instalada la desconfianza entre las personas, que ya no son tan fáciles de convencer, pues se ha perdido la credibilidad de los candidatos, quienes muchas veces más que los principios o ideas que dicen sus discursos buscan un beneficio personal y ven los cargos como una posibilidad de acceder al poder y a todo lo que eso lleva implícito. Entonces un saludo de mano, una sonrisa o un regalo, o una invitación a un asado, ya no es una fuente de voto seguro.
Sí hay elementos adicionales que pueden de alguna forma definir la votación ultima, especialmente para aquellos que entran a la cámara secreta sin tener claro por quién votar, como, por ejemplo, los recientes hechos de corrupción que han estado en el discurso mediático, el populismo, los sueños truncados para algunos, las decepciones, las promesas incumplidas, el alejamiento de la sociedad por parte de los elegidos, entre otros factores, que configuran un escenario muy complejo y dificil de predecir.
Más allá de todas las posibles elucubraciones, opiniones e implicancias, y también de la mala memoria, lo más importante es que vivimos una sociedad democrática, donde tenemos la oportunidad de elegir a nuestros y nuestras representantes, y en los momentos actuales, ya no nos podemos equivocar.