Es un procedimiento especial contemplado en el Código Procesal Penal de nuestro país, que
tiene por objeto hacer efectiva la responsabilidad criminal de los jueces, fiscales judiciales y
fiscales del Ministerio Público, por actos que hubieren ejecutado en el ejercicio de sus
funciones, y que puedan constituir un crimen o simple delito.
Es una etapa previa. Donde los tribunales superiores de justicia, examinan la admisibilidad de
una acusación, para habilitar o desechar la entrada al proceso penal ordinario.
El tema resulta pertinente porque hay casos. En efecto, en nuestro país se ha aplicado este
procedimiento para perseguir la responsabilidad penal de jueces del Poder Judicial y de fiscales
del Ministerio Público; y en nuestra Región, por estos días, la Ilustrísima Corte de Apelaciones
de Coyhaique, conocerá la querella de capítulos interpuesta por el Ministerio Público, en contra
de uno de los suyos, el fiscal regional de Aysén, don Carlos Palma Guerra.
La querella de capítulos cumple el rol de un fuero. Tal como en el caso de los parlamentarios,
pero de alcances más limitados.
Me explico. Los jueces, fiscales judiciales y fiscales del Ministerio Público, al igual que los
legisladores, están expuestos a enfrentar acusaciones por el desempeño de su labor. Por tanto,
la querella de capítulos debe servir como filtro, con la finalidad de garantizar la función pública,
para que ésta pueda ser ejercida con independencia, autonomía, objetividad e imparcialidad.
Sin embargo, la querella de capítulos solamente aplica para los crímenes o simples delitos
ejecutados en el ejercicio de la función pública. A diferencia de los legisladores, para quienes el
fuero también se extiende a delitos comunes que ellos puedan cometer en su esfera privada.
En cualquier evento, la sentencia que se pronuncia declarando admisible la querella de
capítulos, solamente habilita la entrada al proceso penal ordinario y no implica que el
querellado sea efectivamente culpable. Se mantiene vigente la presunción de inocencia. Que
según nuestra ley consiste, en que "ninguna persona será considerada culpable ni tratada
como tal en tanto no fuere condenada por una sentencia firme".
A modo solamente ejemplar, siendo Fiscal Regional de O ?Higgins, don Emiliano Arias, fue
objeto de querella de capítulos. Fue acogida. Se declaró admisible la imputación como autor de
delito de revelación de secreto. No obstante, fue absuelto de dichos cargos en el proceso penal
ordinario.
En definitiva, la querella de capítulos es un mecanismo procesal útil para el tratamiento de las
imputaciones penales en contra de los jueces, fiscales judiciales y fiscales del Ministerio
Público, que contribuye a la igualdad ante la ley, la transparencia y el control de la persecución
penal. Sin embargo, su correcta utilización, debe ir acompañada de todos los derechos y
garantías de un procedimiento y una investigación racionales y justos, especialmente la
presunción de inocencia.