La reinserción social es la base del Sistema de Responsabilidad Penal Adolescente. La ley 20084 no busca el castigo, sino que la responsabilización y reintegración efectiva de nuestros jóvenes a la sociedad. La adolescencia es una etapa crítica marcada por cambios significativos, donde la madurez y capacidad de toma de decisiones está en pleno desarrollo, por tanto, es imperativo abordarla de forma tal que favorezca el crecimiento de nuestros jóvenes en un entorno que prefiera las intervenciones psicosociales sobre las penas.
En este camino por el desarrollo de nuestros jóvenes, las medidas alternativas, tales como programas de orientación, trabajos comunitarios, y acuerdos reparatorios, son instrumentos valiosos para lograr dichos objetivos, pues permiten que los adolescentes asuman la responsabilidad de sus acciones en un contexto positivo. Así, la ley 21527, que vino a modificar el sistema de responsabilidad penal adolescente, trae una importante innovación en este ámbito, incorporando los procesos de mediación.
El texto legal define la mediación como "la realización de un proceso restaurativo y especializado, en virtud del cual la víctima y el imputado acuerdan determinar conjuntamente la reparación real o simbólica del daño ocasionado con la comisión del delito, asistidos por un mediador".
Una de las principales ventajas de la mediación es la generación de instancias de diálogo directo entre las partes involucradas. Este proceso permite que el adolescente reconozca y reflexione sobre las consecuencias de sus acciones, además de escuchar y comprender el impacto que ha tenido su conducta en las víctimas.
Otra ventaja de la mediación es su enfoque centrado en la solución de conflictos buscando acuerdos que integren a ambos lados. Esto no solo minimiza la confrontación y el resentimiento, sino que también empodera al adolescente y la víctima, dándoles un papel activo en la resolución de la situación.
Además, la mediación evita la estigmatización que muchas veces acompaña a un proceso penal y a la delincuencia juvenil. Al optar por este enfoque, se reduce el riesgo de que los adolescentes sean marcados negativamente, favoreciendo así su reinserción en la sociedad entregándoles la posibilidad de salir de un ciclo de criminalización, lo cual es esencial para su desarrollo personal y social.Principio del formulario
Por último, la mediación puede ser una vía para la reparación del daño con beneficios tangibles para la víctima, como trabajos comunitarios, que a la vez refuerzan el sentido de responsabilidad del adolescente.
La mediación aporta un enfoque renovador en la reinserción social de los adolescentes. Al promover el diálogo, la empatía y la reparación del daño, se ofrece una oportunidad real para que nuestros jóvenes construyan un futuro diferente, lejos de la delincuencia. Este enfoque no solo beneficia a los adolescentes, sino también a la sociedad en su conjunto, al fomentar un tejido social más cohesionado y resiliente.