Que la contienda electoral no nos haga perder de vista lo urgente para Aysén

En este año electoral, donde hay mucho en juego, es fundamental no perder el sentido de la realidad y trabajar con más decisión y esfuerzo, en los grandes desafíos que como país y región tenemos. Porque cuando esa convicción se extravía o se trastoca por otros intereses, o bien se debilita por la falta de acuerdos en el ámbito político y legislativo, los objetivos se van alejando y comienza a generarse un ambiente de confrontación, insatisfacción y frustración, que no le hacen bien al país ya que solo polariza y exacerba posturas ideológicas, extraviando el diálogo y el sentido de unidad.
Cuando la ciudadanía plantea que quiere crecer, desarrollarse y proyectarse, y ese mismo anhelo se transforma en un objetivo país, se requieren medidas y políticas acertadas para lograrlo, no solamente excusas ni permanentes justificaciones. Para el gobierno, ese debe ser el motor de su gestión y debe tener muy clara esa arista para poder estrechar vínculos con la comunidad y generar afectos y empatía en torno a su misión de dirigir los destinos del país. Si no hay sintonía, difícilmente habrá un reconocimiento de la gente a las acciones gubernamentales, por positivas o relevantes que estas sean.
Día a día los medios de comunicación damos a conocer situaciones donde la ciudadanía y sus organizaciones plantean inquietudes y demandas en torno a varios temas, varios de ellos criticando la falta de proactividad del Gobierno frente a los problemas de la gente, lo que suele dejar en evidencia un Estado distante y a veces ausente que no se hace cargo de esas dificultades, y las personas se sienten solas y abandonadas.
Los grandes sueños de un país se van cumpliendo en la medida que los ciudadanos y el gobierno de turno, asumen una convicción en torno a esas metas, las que por cierto se sustentan en anhelos de larga data y que se relacionan con la legítima aspiración que tienen las personas por progresar y mejorar sus condiciones de vida.
Lo mismo ocurre en otros ámbitos donde las políticas públicas no dan el ancho. Y cuando la ciudadanía no advierte avances, surge una legítima duda respecto a la marcha del país. Por eso es que siguen existiendo muchas interrogantes en torno a la gestión del gobierno, y la gente se pregunta cuál es la propuesta del Ejecutivo para lograr un mayor nivel de desarrollo en esta región apartada y en evidente rezago respecto al resto del país.