Sobre don Sigifredo Pinuer Casanova

Sr. Director
Desde el Mirador Marchant, en el camino a Puerto Aysén, que seguramente todos los habitantes de Coyhaique y los numerosos turistas que visitan la región han visto, las hermosas praderas que aparecen en primer plano es lo que los habitantes de Coyhaique conocen como la Pampa Pinuer,
Estas praderas llevan ese nombre por don Sigifredo, quien fuera el que limpió esos vastos terrenos para sembrarlas por primera vez de trigo y avena. Nunca antes en la región alguien se había atrevido a compartir los campos entre la ganadería y la agricultura.
Este personaje de bajo perfil, alejado de la socialité coyhaiquina, oriundo de las tierras de Río Bueno y La Unión, nacido en 1902, llegó a la zona en 1938 buscando nuevos horizontes, trayendo desde el norte los primeros arboles frutales que hoy adornan numerosos patios de la ciudad y que se han plantado en los huertos y alrededor de las casas que vemos en los campos de la región.
En una reciente visita que hice a la ciudad que me vio nacer, después de recorrer los nuevos barrios y caminos, visitando el bonito museo de la ciudad, no encontré ninguna mención a este visionario emprendedor, que fuera el primero en mecanizar la agricultura en una época en que la tecnología solo se veía en los agricultores del norte.
Su nombre debiera estar entre los que forjaron el destino no solo de la ciudad, sino que de toda la región, proveyendo forraje para los caballares de los alejados puestos fronterizos la provincia. Sin duda, Pinuer está en la toponimia de la región; pero en beneficio de la historia, el nombre de don Sigifredo Pinuer debiera estar en algún lugar que lo recuerde, al menos revindicar su nombre en los anales de la región.
Luis Westhoff Sánchez