A través del taller de "Tejuelería artesanal" impartido entre el mes de septiembre a diciembre del año 2024, bajo el proyecto "Escuelas de Oficios Patrimoniales de la comuna de Coyhaique" ejecutado por la Corporación Cultural Municipal de Coyhaique, bajo el financiamiento del 8% FNDR del Gobierno Regional de Aysén y su Consejo, se resaltó la importancia y relevancia que tiene y ha tenido la madera nativa y las manualidades en la construcción identitaria cultural y patrimonial de los aiseninos y su territorio.

En este contexto, Carlos Castillo Levicoy -Tejuelero artesanal y Tesoro Humano Vivo por el Estado de Chile y UNESCO-, quien estuvo a cargo de impartir el taller, destaca que como seres humanos hemos utilizado la madera como materia prima para elaborar una infinidad de artefactos desde hace miles de años, y en ese devenir las manualidades como método de transformación de la madera en bruto a elementos utilitarios para satisfacer distintas necesidades, han sido muy importantes. Dentro de estas prácticas manuales, resalta el oficio de la tejuelería y la confección de la tejuela como material de revestimiento en la arquitectura vernácula, como uno de los más emblemáticos de la zona centro sur de Chile y sus territorios más australes, como la región de Aysén.

El taller tuvo una duración de 50 hrs., y dentro de su desarrollo se vieron aspectos generales del oficio maderero y su historia, las herramientas utilizadas y su confección, para dar paso al trabajo práctico, en donde los alumnos aprendieron a armar el partidor, partir y arreglar los metanes, partir la tejuela y labrarla. También el taller contó con una salida al bosque nativo de lenga, para conocer estrechamente como se trabaja con este recurso natural y los conocimientos que se deben manejar en torno al suelo, clima, crecimiento de los árboles, selección, cuidados y seguridad, entre otros aspectos. Y se aprendió a entejuelar, quedando como resultado de este ejercicio práctico una pared revestida con tejuela artesanal de lenga en el Centro Cultural de Coyhaique.

Para el alumno y arquitecto Maximiliano Viviani Hormann, fue un espacio de grandes aprendizajes, logrando reconocer las dinamicas involucradas en la elaboracion de la tejuela, entendimientos que van mas alla de la tecnica y se relacionan profundamente con el bosque tan presente en nuestra región. El taller fue un espacio para valorar nuestro territorio, sus oficios y la cultura de Aysén. 

Y para el alumno y antropólogo social Diego Galleani Calderón, la participación en el taller permitió reconocer en las construcciones de Aysén los conocimientos legados y aprendidos por quienes han habitado la región. Así, la tejuela como forma de revestir las casas expone modos de vida que son parte de nuestra identidad local y, por lo tanto, entrega un mayor valor y sentido al trabajo manual de quienes practican el oficio. 

Entregar valor a la madera nativa a través de su transformación en productos prácticos, como lo es la tejuela artesanal, es muy relevante en la actualidad y estos talleres de oficios permiten transmitir diferentes conocimientos a una comunidad que busca en las manualidades y específicamente en la madera un cambio en la forma y/o manera de vivir y relacionarse con su entorno, destaca Carlos Castillo.