Avanzar en planes y programas de salud mental, ha sido una constante en el Ministerio de Salud y el Gobierno, con el objetivo de abordar la postergación en los servicios y en el acceso a la atención que ocurrió durante todo el periodo de pandemia. 

Frente a este escenario, la región de Aysén está impulsando agendas de trabajo intersectoriales para atender los casos más urgentes de usuarios que requieren intervenciones concretas para mejorar su salud mental y calidad de vida. Es así que recientemente se reunieron las secretarías ministeriales de Salud, Desarrollo Social, Justicia, el Instituto Nacional de Derechos Humanos, el Servicio de Salud, el Servicio Nacional de Discapacidad y la Municipalidad de Coyhaique, para abordar este tipo de situaciones en la capital regional.  

La Seremi de Salud, Carmen Monsalve Gómez, entregó más antecedentes respecto a los temas tratados y acciones abordadas. "En nuestra región, hemos tomado este gran desafío hace un tiempo, donde hemos analizado las oportunidades que tenemos de dar una respuesta a nivel regional tanto en el ámbito asistencial, como en el ámbito de lo social, respecto de los casos más complejos que tenemos para poder analizar de manera profunda cuál es el accionar de cada uno de los servicios, cuáles son las orientaciones o las tareas principales que cada uno debe fortalecer para tener un piso sólido en la entrega de nuestros servicios, pero también cuáles son esas oportunidades de articular soluciones que tienen que mover recursos sectoriales e intersectoriales que permita fortalecer el sistema de cuidados que todas las personas con problemas de salud mental o con discapacidad tienen".

En este contexto, la Autoridad Sanitaria, recalcó además que estas acciones no solo requieren una perspectiva desde el sector salud, sino que debe ser integral ya que la salud de una persona está determinada en un 75% por las condiciones que la rodean, por la oportunidad que tienen de tener una familia que los cobije, de poder tener una continuidad de sus cuidados, de poder tener acceso por cierto a los servicios del Estado, a la educación, a los servicios de desarrollo social y seguridad. Por lo que el trabajo intersectorial que se está desarrollando plantea importantes desafíos cuyo fin último, es avanzar en una propuesta que amplíe las coberturas sociales y de salud mental para usuarios de la población que hoy no cuentan con redes de apoyo.