Salir y entrar a la Región de Aysén se convirtió en un problema para cientos de pasajeros que tuvieron vuelos programados hacia o desde el aeródromo de Balmaceda (BBA) entre el 18 y el 24 de junio. Si bien cada año se producen cancelaciones de vuelos producto de las condiciones climáticas adversas, en esta oportunidad nevó y se presentaron densas neblinas durante una semana completa.
"Antes eran contados los días que había que reprogramar o cancelar vuelos. Sin embargo, en los últimos años, se ha dado que al menos se producen 30 eventos de cancelación de vuelos producto de la neblina durante la temporada de invierno", explica Andrés Murillo, jefe del Aeródromo de Balmaceda.
De los 39 vuelos programados para aterrizar entre el 18 y 24 de junio, sólo 20 pudieron aterrizar ¿Por qué algunas aerolíneas sí pudieron y otras tuvieron que reprogramar? Según explica el jefe del aeródromo BBA, "la visibilidad variaba tan bruscamente que, a veces, se producía lo que nosotros denominamos ventanas de visibilidad, entonces, por supuesto, que la línea aérea que estaba atenta a los reportes meteorológicos, presentaba su plan de vuelo y trataba de llegar. Pero muchas veces pasó que sobrevolaban 10, 20, 30 minutos sobre Balmaceda esperando que se produjera esta ventana y si no se producía entonces se tenían que devolver".
El estándar para aterrizar en el aeródromo es de 1.600 metros mínimo de visibilidad horizontal. Murillo, detalla que en estos días, hubo una visibilidad muy reducida, que llegaba solo a 200 o 400 metros, lo cual no permitía a los pilotos ver la pista con la suficiente anticipación, a pesar de que estuvieran las luces encendidas.
Largas esperas marcaron los días con nieve en el aeropuerto
El aeródromo actualmente cuenta con tres estacionamientos en plataforma comercial, luces de borde de pista y ayudas visuales como PAPI y ALS (luces de aproximación), condiciones adecuadas para el aterrizaje de aeronaves programadas mensualmente por itinerario, además del tráfico no itinerante y de aviación general, según la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC). Sin embargo, de aquí a tres años debiera inaugurarse la nueva infraestructura, que significará un mejoramiento importante tanto de la terminal de pasajeros como del área de movimiento del aeródromo, con mejor instrumentación y mayor capacidad de operación.
El proyecto de normalización del área de movimiento del aeródromo de Balmaceda incluye la incorporación de la tecnología ILS (en inglés Instrument Landing System). La directora regional de la Dirección de Aeropuertos (DAP) del MOP, Anita Álvarez, explica que este es "un sistema instrumental de aterrizaje ILS Categoría 1, que permitirá realizar operaciones de aterrizaje con visibilidad mínima de 2.400 pies (730 metros) y con una altura de decisión de 200 pies (60 metros), mejorando así las condiciones de seguridad aérea al momento del aterrizaje". El ILS está normalizado en el mundo y en Chile sólo algunos aeródromos cuentan con esta tecnología. En Balmaceda ayudará a reducir la ocurrencia de cancelaciones de vuelos.
La Seremi del MOP Aysén (s) Paola Azócar, destaca algunas de las otras mejoras: "Estas obras van a permitir que el aeródromo de Balmaceda aumente su capacidad en términos de metros cuadrados. Hoy en día tenemos 2.800 m2 y aumentará a más de 12.000 m2. El área de movimiento de aeronaves se multiplica. Hoy día tenemos más de 27 mil m2 y llegará a 52.000 m2. También aumentan los puentes de embarque. Hoy son dos puentes más uno remoto, en el futuro tendremos cinco puentes más uno remoto. El estacionamiento de naves comerciales aumenta de cuatro a seis. Todo esto en definitiva permitirá un aumento en el desplazamiento de los pasajeros y en la frecuencia de vuelos".
En otras palabras, con este proyecto se triplicará la capacidad de transporte de pasajeros de un millón de personas anuales a tres millones aproximadamente.
Las obras están siendo ejecutadas por dos servicios: la concesionaria, Red Aeroportuaria Austral, a cargo del terminal de pasajeros; y la DAP a cargo de las obras de normalización del área de movimiento, que incluye las calles de rodaje y pista.