El valor de la prudencia al hacer comentarios salta a la vista cuando analizamos el "caso" Matthei. Estos días sus dichos han estado en el análisis político y coyuntural.
Vamos a los hechos. En el contexto de un seminario internacional donde habían representantes de varios países, la alcaldesa UDI lanzó la polémica frase de "hay políticos que se financian con platas del narco".
El tema de los cambios en las relaciones sociales y culturales de un pueblo, producto de la expansión del narcotráfico en el continente, es de tal gravedad y urgencia que (como mínimo) requiere de la unión de todas las voluntades para ser combatido. Las mezquindades, el aprovechamiento político, las declaraciones destempladas, sólo conducirán a que el problema se profundice y se enquiste en la sociedad como ha ocurrido en otros lugares de nuestra América. Y extirpar un cáncer cuando ya ha hecho metástasis es mucho más complejo que hacerlo cuando está en una etapa inicial.
En Chile ya pasamos el grado 1, porque las redes del narco se han extendido a diferentes ámbitos, incluyendo el poblacional y estructuras institucionales que, tiempo atrás, habríamos considerado como incorruptibles.
Por lo tanto, el que la narco delincuencia esté presente a nivel de políticos es una realidad (caso del ex Alcalde de San Ramón), pero no se ha demostrado ni comprobado que se haya generalizado y existan otros casos que deban ser llevados a la justicia (como en el caso del ex Alcalde de San Ramón que está siendo sometido a juicio).
Si la alcaldesa y autodenominada presidenciable por su sector maneja antecedentes de sus dichos, debe entregar ese historial a los organismos encargados de investigar y eso es por mandato legal que tienen todos los funcionarios públicos. Si no lo hace quedaría claro que sus palabras sólo perseguían un afán político electoralista y su idea era estar presente en los medios.
Eso lo ha logrado, pero el costo puede no haberlo calculado bien, quizás salga trasquilada. Porque el problema que enfrentamos en Chile y en muchos otros países, es sistémico, vale decir, a la delincuencia, el narcotráfico, se suman las desigualdades sociales, la inmigración, el bajo crecimiento económico.
Eso se combate con proyectos de desarrollo social que faciliten el acceso a oportunidades para todas/os. Oportunidades de trabajo, acceso a educación, a salud, cultura, artes, al deporte, pensiones justas, desarrollo habitacional, son los elementos que conforman un espacio de vida digna. Lo demás es demagogia, palabras vacías. Los mismos que alegan por más seguridad y apoyo a Carabineros, son los que rechazan los proyectos que le entregan recursos a la institución para mejorar la seguridad ciudadana. Son los mismos que insisten en el mundo virtual de las redes que usted tiene derecho a mejores pensiones, pero entraban cualquier proyecto que vaya en esa línea, pues el mercado capitalista del dinero es "sagrado" (para el 1% que lo maneja). Son los mismos que se oponen a la reforma tributaria, ahora llamado Pacto Fiscal, permitiendo que continúe la evasión y la elusión y retrasan el financiamiento de las reformas estructurales.
Detrás de las palabras debe haber sustancia. Detrás de las críticas, debe haber propuestas. Detrás de las acusaciones, debe haber antecedentes.
Queremos un país sin narcos y fundamentalmente con justicia social. Si hacemos más de lo mismo y emitimos declaraciones "pachotescas", no vamos en la línea de lograr cambios. Los liderazgos populistas solo buscan un beneficio personal. Usemos nuestras neuronas, no solo los músculos (como el de la lengua).
Rosa Pe?uti? Vukasovi?
Partido Comunista de Chile