Si bien es cierto la popular canción dice "un año más, qué más da, cuantos se han ido ya", la verdad es que sí importa y mucho lo que pasó el año 2024. Porque del análisis de la cuenta del año que se fue podrán proyectarse las demandas y desafíos del 2025. Todo lo que quedó pendiente, lo que es impensado no considerar, aquello que es una demanda sentida de la población, en fin, lo que forma parte de un programa y compromiso de la coalición, debe abordarse en lo que resta del período de gobierno del Presidente Bori?.
El Partido Comunista tiene propuestas importantes para el desarrollo de la clase trabajadora y hace su aporte como integrante de la coalición de partidos y, además, como coalición de gobierno. Como lo han hecho hasta ahora las/os ministros del PC, Jaime Gajardo, Camila Vallejo, Nicolás Cataldo y Jeannette Jara, quienes tienen el compromiso revolucionario de seguir impulsando los cambios necesarios para disminuir la desigualdad, mejorar la calidad de vida del pueblo y redistribuir la riqueza del país.
En la misma línea están las/los comunistas que tienen cargos en el parlamento. A pesar del férreo ataque de los partidos de derecha que se han opuesto a todas las medidas propuestas por el gobierno, ha sido posible aprobar el Royalty del cobre, avanzar en el proyecto de Ley de 40 horas, crear el Ministerio de Seguridad, el salario mínimo de $500.000, el proyecto de Ley que pone fin al Crédito con Aval del Estado (CAE), la Ley de copago 0, un mayor financiamiento para achicar las listas de espera, el aumento de presupuesto de la Beca de Alimentación de Educación Superior (BAES) y el avance del proyecto de Ley que reconoce la existencia de la deuda histórica de los profesores, que se arrastra del período de la dictadura civil militar, y que se reparará en parte con esa Ley.
Todos han sido avances importantes desde el punto de vista laboral, económico y social y su concreción conllevó arduas jornadas de trabajo, donde para avanzar muchas veces fue necesario negociar en condiciones de desigualdad. El resultado no satisface plenamente a las/os trabajadores, ni tampoco al PC, que ve como la propuesta original sufre modificaciones y mutaciones. Pero el PC no se pierde: todo lo que signifique un avance en las condiciones de vida de las y los trabajadores, por mínimo que sea, debe ser llevado adelante con premura, porque hay urgencias que no pueden seguir esperando. Aunque hay duras críticas en relación a que lo logrado es insuficiente, lo cierto es que las correlaciones de fuerza han impedido mayores grados de justicia que supere la herencia de la dictadura.
Este 2025 hay desafíos fundamentales. De un lado, combatir de manera integral el crimen organizado y la corrupción y, de otro, responder a las urgencias sociales y demandas de los trabajadores y sus familias. La Reforma a las Pensiones ha copado la agenda y la ministra Jara se ha mantenido firme en encontrar, con inteligencia y sentimiento de rectitud, lo mejor para las/os pensionados actuales y futuros. Dura tarea que se verá concretada estos primeros días de enero.
También es importante y urgente fortalecer el sistema de salud pública y disminuir las largas listas de espera en los hospitales, donde las historias que allí se viven recuerdan más una novela de García Márquez que las de un país que pretende tratar a sus habitantes con respeto e integridad. Debe culminar este gobierno y el aporte del PC con un Plan de Medidas Económicas, donde el principio rector sea mejorar la calidad de vida de los trabajadores, sus familias, las comunidades, en armonía con la naturaleza y su historia, todo en un marco democrático.
Este 2025 trae nuevamente el desafío de trabajar por la paz, la democracia y la justicia social. Todo con sentido de urgencia.