En la reciente cuenta pública, el Presidente Gabriel Boric basó su relato en 6 grandes principios, siendo uno de ellos el desarrollo justo, resiliente y sostenible, como un pilar del modelo de desarrollo armónico que estamos trabajando desde el ministerio del Medio Ambiente. A su vez, también mencionó la frase "En el próximo ejercicio presupuestario, fortaleceremos la musculatura del ministerio del Medio Ambiente" poniendo en valor el trabajo que se realiza, pero por sobre todo, entregando un mensaje político que habla con profundidad sobre la importancia de fortalecer al sector, pensando en un futuro aún más esperanzador. Esto, sumado a las proyecciones regionales, serán parte de la columna que escribo conmemorando el Día Mundial del Medio Ambiente.
Desde el inicio de nuestro Gobierno, el Presidente Gabriel Boric ha subrayado la importancia de abordar la crisis climática como una prioridad nacional. Hemos comprometido la implementación del Acuerdo de París con acción climática, que se reflejan en la implementación de la Ley Marco de Cambio Climático. Este compromiso, lo trabajamos desde la región a través de la hoja de ruta que nos propusimos desde Aysén para reducir emisiones a través del Plan de Acción Regional de Cambio Climático PARCC, comprometiendo buses eléctricos para Coyhaique, fortaleciendo la matriz energética regional renovable, apuntando al rol del turismo resiliente y con perspectiva climática en su quehacer, entre otras acciones que incorporan distintos servicios públicos, y que son complementadas con la acción climática de la empresa privada. Esto habla de un desarrollo resiliente.
Nuestra administración ha puesto un fuerte énfasis en la protección y conservación de los ecosistemas naturales. Se han creado nuevas áreas protegidas y se han fortalecido las medidas para preservar la biodiversidad. Programas específicos han sido diseñados para la reforestación y también pensando en ampliar la infraestructura habilitante de las áreas silvestres protegidas con el foco en los objetos de protección. Puntualmente en la Patagonia aisenina, vemos con orgullo la declaratoria del humedal Vientos del Chelenko, como una oportunidad de seguir robusteciendo la protección efectiva de los ecosistemas, que ya alcanza el 52% de nuestro territorio. Esto, sumado a una implementación que ya está ocurriendo del Servicio de Biodiversidad y Áreas Protegidas (SBAP), el que se ha convertido en una oportunidad de construir un relato regional sobre el proceso que estamos llevando como ministerio y facilitando a las comunidades la información oportuna, para así facilitar el camino, cuando la nueva institucionalidad llegue a nuestra región. Este ejercicio ha sido muy valorado por todas las comunidades con las que hemos compartido durante este año. Esto habla de un desarrollo sostenible.
La gestión de residuos es otro foco importante. Nuestro Gobierno ha impulsado políticas de economía circular, promoviendo el reciclaje y la reutilización de materiales para reducir la cantidad de residuos que terminan en vertederos y rellenos sanitarios. Estas iniciativas buscan no solo mitigar el impacto ambiental, sino también fomentar una cultura de consumo responsable y sostenible. En dicho ámbito, el trabajo que hemos levantado en la región, pone la mirada en fortalecer las competencias institucionales para avanzar en medidas estructurales, primero traspasando competencias en un ejercicio descentralizador al Gobierno Regional, lo que nos ha permitido caminar de la mano para acompañar el trabajo que se realiza a nivel municipal y poniendo a prueba nuestras capacidades para facilitar una gestión de residuos integral, una que busca avanzar en justicia social en las distintas localidades. Además, como ejemplo de ello tenemos el nuevo sistema de gestión de residuos de Coyhaique, nuevos puntos limpios y sistemas de reciclaje en Río Ibañez y Chile Chico, además de reuniones periódicas con todos quiénes nos convocan para buscar soluciones que vayan en directo beneficio de la ciudadanía. Acá también mencionamos el trabajo que realizamos en calidad del aire, avanzando en mayores normativas que permitan intervenir con profundidad la problemática en diversas ciudades, entendiendo la urgencia de su implementación y por supuesto articulando acciones con todos quienes tienen que velar por la calidad de vida de los habitantes de nuestra región. Esto es desarrollo justo.
Para fortalecerlo, el ministerio del Medio Ambiente cuenta con un equipo de profesionales comprometido y motivado, que han empujado un trabajo permanente en la región y que se reconoce en muchos espacios. Por eso valoramos las palabras del Presidente, fortalecer la musculatura del ministerio del Medio Ambiente permite profundizar en el impacto que logramos en toda la región, en llegar más y mejor a todos los rincones de la Patagonia, fortaleciendo por ejemplo la democracia ambiental a través de la implementación del acuerdo de Escazú, y que pavimentando el camino de la mano de una educación ambiental incidente, participativa e integral en todos los niveles de la sociedad aisenina, permite soñar con asentar en nuestra región un desarrollo justo, resiliente y sostenible, para todos y todas.