Un balance sobre los principales hitos de la industria durante 2024 hizo el Gerente de Asuntos Públicos de SalmonChile, Tomás Monge Valdés en entrevista con diario El Divisadero. El ejecutivo indicó que fue un año desafiante, intenso y con varias situaciones para el gremio son significativas.
¿Cuál es el balance que hace SalmonChile de lo blanco y lo negro, de lo bueno y lo malo que tuvo el 2024?
El 2024 fue un año desafiante para la industria y su cadena de valor especialmente en la región de Aysén. Comenzamos con mucha incertidumbre por las votaciones de las ECMPO, con 2 solicitudes que abarcaban prácticamente todo el litoral de 3 comunas de la región y que pese a ser rechazadas por amplia votación, fueron recurridas y judicializadas con apoyo de ONG's, recursos que fueron recientemente rechazados por la corte de Coyhaique.
La magnitud y desproporción de estas solicitudes, la falta de socialización previa hizo que este tema se tomara la agenda nacional por los precedentes que genera para futuras solicitudes en el borde costero en distintas regiones del país.
Esta y otras situaciones, como el avance de los planes de manejo de las reservas Guaitecas e Isla Magdalena con la tardía invitación a participar del proceso o las inconsistencias entre servicios que vemos en el caso Cooke, nos muestra que existe una falta visión compartida de lo que se quiere para la industria del salmón, con miradas muy diferentes entre el nivel central, y las regiones, acentuada por una falta de sincronía entre ministerios, que genera confusión e incertidumbre.
A pesar de lo anterior, este año como gremio, logramos visibilizar a nivel nacional la importancia de este sector productivo, no solo para las regiones del sur austral, sino que para el país en su conjunto. Ejemplo de ello fue el Salmón Summit, en donde pudimos reunir a expositores como el ex presidente Eduardo Frei; el vicepresidente ejecutivo de la Fundación Encuentros del Futuro, Guido Girardi, y la directora de Oceana Chile, Liesbeth van de Meer y nos sentamos a conversar sobre cómo nos proyectamos hacia el futuro. Esa fue una instancia histórica, que puso diferentes visiones sobre la mesa y que pudimos transmitir también en el Chile Day en Londres.
También trabajamos en los "Diálogos para la salmonicultura del futuro" donde hicimos converger todas las miradas de quienes forman parte de las zonas en donde trabajamos para levantar una propuesta de salmonicultura a 2050. Todo este trabajo es un insumo esencial para que se generen propuestas regulatorias y de desarrollo que potencien la salmonicultura y entregue certeza jurídica y confianza a la cadena de valor que es algo que se ha visto deteriorado en los últimos años y que repercute fuerte en las regiones, afectando especialmente a pequeñas pymes y servicios locales.
En el último trimestre se han agudizado las críticas a determinadas empresas del gremio por su permanencia en áreas protegidas. ¿Cuál es la opinión de SalmonChile respecto al tema?
Acá hay que ser muy claros. La industria solo opera donde la ley y las autoridades sectoriales han autorizado donde se puede operar. Hay activistas y ONG's que han tratado de instalar en la opinión pública que la industria opera donde quiere, y eso no es así. Otra cosa es que estos últimos años se han ido creando nuevas áreas protegidas que se superponen a lugares ya designados como áreas aptas para la acuicultura decretadas desde el año 2010 o que han ido cambiando los criterios en la determinación e interpretación de los límites de estas áreas, que sin duda ha generado problemas respecto a las concesiones que operan en esos lugares .El no tener un ordenamiento territorial robusto y claro, mantiene al sector en una incertidumbre permanente donde año a año se van solicitando o decretando nuevos espacios.
Es importante graficar las proporciones entre espacios ocupados por la industria y áreas de conservación marina. En Aysén existen más de 5 millones hectáreas bajo grados de protección, más de 1.200.000 corresponden a superficie marina y la industria tiene otorgado aproximadamente 5.900 hectáreas en concesiones, de las cuales solo están en uso menos de un 25% al año.
La industria ha sido clara respecto a su voluntad de salir de áreas declaradas como parque nacional, y así quedó claro al firmar el acuerdo el año 2023 para salir de áreas cercanas al Parque Nacional Laguna San Rafael.
Hay que recordar que la industria lleva más de 14 años esperando avanzar en el proceso de relocalizaciones, que sería la solución a esta controversia, pero en la práctica, no ha existido una voluntad real, para solucionar este tema. Las relocalizaciones tienen grandes ventajas desde lo ambiental, sanitario, liberando espacios y generando producciones más eficientes y competitivas. Estamos convencidos que poner el desarrollo como enemigo del cuidado del ecosistema es un error, ya que debemos pensar en sostenibilidad social, ambiental y económica.
Hace pocos días el gobernador regional, Marcelo Santana, deslizó una crítica a la industria señalando que no era tan generadora de empleos como se pensaba y que había otras actividades productivas en Aysén más relevantes en materia de impacto laboral. ¿Qué tiene que decir SalmonChile respecto a esas críticas?
Nuestro sector productivo representa el 34,6% del PIB de Aysén y por eso coincidimos con el gobernador en el llamado a seguir potenciando la salmonicultura para que sea una fuente aún mayor de empleos de calidad en Aysén por lo tanto no lo vemos como una crítica. Es muy válido que las autoridades locales esperen que las industrias generen empleo y dinamismo regional, y así lo han hecho ver históricamente parlamentarios y autoridades locales hace varios años. Además, sabemos que tenemos desafíos y oportunidades en la región.
Como industria sabemos y entendemos la importancia que tenemos en la descentralización de Chile, y el dinamismo que generamos en las regiones y especialmente en zonas remotas donde el estado no llega muchas veces. Para proyectarse y crecer, la industria requiere certezas, reglas claras que permitan a las empresas proyectarse, y traer inversión, cosa que no ocurre hace años. A nivel regional y nacional, estos últimos años las señales han sido negativas generando que la industria esté estancada a diferencia de lo que ocurre con países competidores que trabajan con mirada de estado y a largo plazo, porque entienden la relevancia que tiene la salmonicultura como motor de desarrollo y crecimiento.
En el reciente encuentro Aysén al 2050 que se realizó en Puerto Chacabuco, dos ex ministros de Hacienda y el actual titular de la cartera, además del vicepresidente ejecutivo de Corfo, se refirieron a la industria y la instaron a tener un mayor protagonismo con las comunidades donde se desarrolla. Protagonismo que no debe traducirse solo en filantropía, sino que en acciones más concretas de aportar decidida y determinadamente al desarrollo de las comunidades. ¿Cómo reciben esa propuesta?
Como gremio valoramos mucho la generación de esta instancia donde el tema central fue cómo reactivar la economía regional y donde se relevó la importancia de la salmonicultura a nivel regional.
Nuestra invitación a las autoridades es a que conozcan mejor el sector y cómo se vincula, ya que hace años que el trabajo con la comunidad y el aporte local no sigue los modelos antiguos a los que se refieren. Por otro lado, la manera más efectiva para generar dinamismo, mayor empleo, y aporte regional es teniendo reglas claras, que nos permita crecer, desarrollar talento local, infraestructura, servicios especializados y servicios básicos para la salmonicultura, ya que eso genera una mayor recaudación fiscal. Para esto la industria no necesita subsidios ni ayudas estatales. Solo necesita tener claridad y certezas para proyectarse a futuro.
Es más, en un acuerdo público privado suscrito el año 2019 con el ministro de Economía Juan Andrés Fontaine, parlamentarios y autoridades locales, nuestro foco ha estado en potenciar el trabajo con proveedores locales, que son parte activa y muy relevante para la economía local. Parte importante de eso es el trabajo con pymes y la pesca artesanal. Este trabajo ya ha mostrado resultados relevantes en la dinamización de la economía local donde se trabaja con agrupaciones de proveedores para fortalecer esta importante cadena de valor, y potenciar la mayor contratación de servicios presentes en la región.
Son muchas las iniciativas que se podrían mencionar de colaboración para el desarrollo local que hemos impulsado, pero sin duda hay un gran espacio de mejora, y oportunidades de vinculación, pero estamos convencidos que en la medida que a la industria le vaya bien y se pueda desarrollar con normalidad, estas sinergias se van a ir dando en los territorios.
¿Hasta qué punto está dispuesta la industria a poder dar respuesta a estos requerimientos de tener una mayor relación con las comunidades, de generar más y mejores empleos, de no solo usar a la región de Aysén para tener centros de cultivos, sino que también generar tal vez un mayor arraigo a través de la instalación de plantas de proceso?
Esta conversación es parte de un proceso que lleva años con nuestras empresas socias trabajando a nivel de gremios regionales, CorpAysén, y otras instancias donde el foco principal ha estado puesto en como ir generando mejores condiciones para la instalación de la industria, sabiendo que existen brechas importantes como los costos de la Energía, déficit en materias de vivienda, falta de especialistas en salud, mano de obra especializada entre otros. Todo esto sumado a la falta de una regulación moderna, cambios de criterios en la regulación, excesiva permisología y tiempos de tramitación de permisos entre otros, han atentado contra estos fines.
Dentro de este camino para generar mayor vinculación con Aysén el 2024, trabajamos en los Diálogos para la Salmonicultura del Futuro, conversando con más de 800 líderes locales y más de 280 organizaciones de las 6 regiones donde operamos, para poder escuchar cuál es su mirada de nuestro sector productivo y cómo podemos trabajar junto a ellos para lograr los objetivos.
En Aysén a diferencia de las otras regiones, esta iniciativa contó con la presencia del pleno del directorio de SalmonChile, quienes pudieron vincularse de manera directa con diversos grupos y líderes locales en estos diálogos, además de otras reuniones con gremios, proveedores, y actividades de vinculación con liceos técnicos, lo que sin duda es relevante para ver de manera directa las oportunidades y carencias que existen en la región para el desarrollo de la actividad y de sus comunidades.
Aysén es una región estratégica para la industria, y es por eso que tenemos una agenda permanente de vinculación y acciones en los territorios, pero además de ello, estamos trabajando en un plan de desarrollo y agendas específicas que surgieron en estas instancias.
¿Qué espera de las nuevas autoridades del gobierno regional en su relación con la industria acuícola? La anterior administración no fue muy amigable, no fue muy empática con la industria. ¿Esperan que eso cambie, que haya más diálogo, que haya mayor y mejor entendimiento con las comunidades?
Como sector siempre hemos estado disponibles para trabajar con las autoridades de turno, ya que nuestra industria necesita miradas de largo plazo a nivel de municipios, delegaciones, gobiernos regionales y nacionales. Tenemos la mejor impresión de las nuevas autoridades del GORE y su Consejo, nos hemos reunido con ellos y vemos una gran oportunidad de generar un pacto que nos permita proyectarnos, y seguir incrementando el valor local. Las comunidades anhelan ver alianzas público privadas que apunten a un trabajo articulado por el desarrollo de la región, y esperamos materializar acciones de corto y largo plazo enfocadas en la reactivación y crecimiento de la región.
También en el ámbito del desarrollo de la innovación, de la tecnología, SalmonChile ha suscrito varios convenios, entre ellos con el CFT Estatal y otras entidades. ¿De qué manera se pueden monitorear los resultados de estas alianzas pensando precisamente en el desarrollo de la industria acuícola? Recuerde que cuando uno hace encuestas o sondeos ciudadanos no hay una opinión muy favorable respecto al rol o al sello o al impacto de la salmonicultura en la región de Aysén.
Ejemplos como la firma con el Centro de Formación Técnica de Aysén, y la OTIC de la Cámara Chilena de la Construcción, o el programa "La Red de Mentores del Salmón" buscan impulsar nuevas iniciativas y proyectos para potenciar el capital humano y el talento de la región. Queremos que los proveedores y estudiantes de la región cuenten con herramientas y educación de calidad, que sea pertinente y que les permita crecer trabajando en la industria.
Todas estas medidas las vamos evaluando constantemente para medir su eficacia e impacto. Más que guiarnos solo por las encuestas, lo que buscamos es que el territorio valore nuestro trabajo, vea una industria más cercana, presente en los territorios y que genere valor.
Dicho lo anterior, si vemos una mejoría en los diferentes sondeos, por ejemplo, en la Encuesta Valor Productivo 2024 se reveló que la salmonicultura fue el sector que más creció en percepción de aporte a la economía nacional: de un 32% pasó a un 40%. Ya en la versión 2023, el 43% los habitantes de Los Lagos a Magallanes calificaron con nota 6 ó 7 el aporte salmonero a la economía local, versus el 41% que logró el cobre entre los habitantes del norte. Esto es fruto del trabajo de largo plazo que hemos realizado en territorios como el de esta región, pero siempre estando muy claros que queda mucho por avanzar y mejorar.
Recientemente se hizo un ejercicio en varias regiones para conocer la opinión de la gente que está vinculada a la industria, tener una mirada amplia respecto a qué se piensa de ella. Más allá de los resultados que arrojan varias solicitudes o varias críticas, ¿cómo en definitiva van a poner en perspectiva o en valor lo que ahí se propone para poder mejorar esa relación con las comunidades?
Estos diálogos tienen varias finalidades. La primera de ellas es escuchar y profundizar la vinculación con el territorio. La segunda es buscar puntos de encuentro, brechas y desafíos que permitan pensar en el desarrollo futuro de esas zonas y también el de la acuicultura. Este fue un gran ejercicio de confianzas mutuas, que nos entregó insumos importantes para ver donde tendremos que seguir mejorando y avanzando.
Valoramos mucho la respuesta de la comunidad de Aysén, autoridades locales y participantes, donde además de los desafíos levantados se ratificó el enorme valor que tiene la salmonicultura para los territorios y sus habitantes.
En los diálogos se trazó juntos un sueño de industria y de región al año 2025, del cual emanaron compromisos de los participantes y acciones concretas a desarrollar, que quedaron plasmado en un informe, con los resultados, que es público, y que los invitamos a leerlo, y que está en la página www.escuchactivadelsalmón.cl.