A veces toca escribir columnas con todo en contra, con luz cortada, contra el tiempo que se requiere para otras urgencias, con demandas y urgencias surtidas por resolver.
Pero no podíamos dejar pasar de seguirle el hilo a lo que sucede con la ballena muerta al lado de la salmonera Huillines 3 de Cooke Aquaculture, ubicada dentro del Parque Nacional y Reserva de la Biósfera Laguna San Rafael. Ballena Jorobada, en peligro de extinción, cuyo resoplido (ese chorro que se ve a lo lejos cuando la ballena expira) observamos en el fiordo Cupquelan en octubre pasado.
Como se recordará, una semana después que vimos aún con vida a esa ballena (vaya saber si ya estaba agonica), unos operadores turísticos denunciaron haberla encontrado muerta cerca de esa salmonera semi desarmada, con químicos peligrosos y sin balizas. Todo un peligro, que denunciamos junto con la muerte de ese cetáceo, a Sernapesca. Alguien menciono en ese entonces que la ballena mostraba cortes, por lo que conjeturamos podía haber chocado con una embarcación de la salmonera, que estaba a punto de volver a la producción tras haber estado un año en descanso sanitario. Desde la empresa negaron toda responsabilidad en esa muerte, mientras nosotros pataleábamos por que se fuera a investigar a terreno.
Aparte de nuestra denuncia también la hubo por operadores turísticos y con eso de Sernapesca a la Fiscalía. Se sumo una querella a través de la aplicación de una nueva posibilidad legal, por parte de Greenpeace, por este caso y otra ballena muerta en redes salmoneras en la Reserva Nacional Kawésqar en Magallanes. Finalmente supimos de una visita al lugar por Sernapesca que no observaron heridas en la ballena semisumergida y vimos unas semanas después un video de que hubo una inspección de la ballena por parte de la Bidema. También vimos alguna noticia en que se intentaba "sacar la ballena" del parque nacional. Así están las cosas por desgracia en la posverdad del Estado Salmonero con su poderío mediático.
En esos días, el CEO de Cooke despotricaba contra la Superintendencia del Medio Ambiente, SMA, el Gobierno y el Estado, porque se les estaba impidiendo con una orden del Tribunal Ambiental el traslado de smolts a Huillines 3, donde han estado sobre produciendo sin autorización de calificación ambiental en más de 6.000 toneladas al año. Y eso, aunque tienen procedimiento sancionatorio por esa causa calificada como grave. En eso, el CEO Andrés Parodi insistió en que no estaban en el parque nacional (cuando recién por nuestra parte habíamos demostrado con fotos, cartografía y visualizador de mapas de la Subpesca, lo mismo que ya había hecho la SMA). Mentir en el Estado salmonero está a la orden del día. Por casualidad en esos días también, a causa de otra denuncia, estuvimos conversando con una inspectora de la Bidema, quien contó que solo quedaban dos funcionarios en la región y que a ella también la estaban trasladando (así va el ajuste y debilitamiento de la institucionalidad ambiental de nuestro país) y que aparte de haber ido a ver la ballena del Cupquelan, también tuvieron que ir a la de la Reserva Kawésqar y que habían tenido que asesorarse por un experto. No quiso contar mas.
La cuestión es que una semana después, para nuestra sorpresa, nos encontramos con la noticia de Fast Check en redes sociales, sobre que la revisión de la ballena, que ahora estaba ya sobre un roquerío de la orilla, mostraba rastros de redes, cables de salmonera y también posibles cortes hechos por embarcaciones.
No sería la primera ballena que muere por esas causas, vale recordar aquella atrapada en cables (de lo que hay foto) en el 2020 en una salmonera de Australis en la Isla Matilde, R.N. Las Guaitecas y aquella muerta cerca de Puyuhuapi en septiembre con un cabo alrededor de su cuerpo cerca de una salmonera de Marine Farm, la ballena Franca Austral muerta cerca de Melinka en el 2023 y la ballena Sei encontrada en la mismísima laguna San Rafael en el 2021 de la que nunca se supo su causa de muerte, aunque tenía una cañería plástica en el hocico. ¿Y cuantas más habrá de las que ni nos enteramos? ¿Y cuantos lobos marinos (hay una lobera cercana a Huillines 2 y 3) habrán quedado atrapados en las redes de esas salmoneras dentro del parque nacional? ¿Y cuantos huillines, otra especie en peligro de extinción, habrán quedado atrapadas y muertos ahí y de lo que nunca se supo? Por algo ese lugar se llama punta Huillines, Caleta Huillines y las salmoneras CES Huillines 2 y 3.
Vale finalmente recordar que las ballenas están protegidas por ley y acuerdos internacionales y que Chile refrendo la Convención de Washington comprometiéndose a que no habría actividades industriales dentro de las áreas protegidas, se supone que además hay un compromiso ante UNESCO en preservar la vida en esa Reserva de la Biósfera, todo lo cual hay quienes les importa un bledo. Por lo demás, Cooke Aquaculture tuvo un acuerdo con el gobierno en sacar sus salmoneras del parque nacional, lo que no ha cumplido.