A poco menos de un mes de asumir oficialmente como gobernador regional de Aysén, Marcelo Santana Vargas ya está trabajando a toda máquina. Desde su elección, el futuro gobernador ha dedicado intensas semanas a reuniones, planificación y ajustes de su equipo, trazando el camino para una gestión que busca marcar un antes y un después en la región. Su enfoque está claro: reactivar la economía, priorizar la inversión pública y fomentar la colaboración público-privada para el desarrollo sostenible.
En una entrevista con Diario El Divisadero, Santana reflexionó sobre las altas expectativas que la ciudadanía tiene de su gestión. "La gente quiere resultados rápidos y concretos. Nuestra prioridad será reactivar la economía con obras que generen empleo y fortalezcan la infraestructura de la región," afirmó.
Desde el inicio de su mandato, el próximo 6 de enero, el gobernador planea avanzar con proyectos estratégicos que beneficien directamente a las comunidades locales, asegurando un impacto significativo y duradero.
Un desafío inmediato será lidiar con el déficit presupuestario de cerca de 9.000 millones de pesos, herencia de la administración saliente. A pesar de ello, Santana afronta el futuro con optimismo, respaldado por un presupuesto inicial de 85 mil millones de pesos para 2025. Este presupuesto permitirá la continuidad de proyectos en curso, aunque su margen para nuevas iniciativas será limitado. En este contexto, el Plan de Zonas Extremas surge como una oportunidad clave para la región. "Debemos presentar proyectos competitivos que aprovechen los recursos disponibles y aseguren un impacto real en la vida de las personas," señaló Santana.
Alianza público-privada
La colaboración entre los sectores público y privado será otro pilar fundamental de su administración. Santana ha enfatizado la importancia de integrar a las empresas en el desarrollo económico de Aysén, promoviendo proyectos que diversifiquen la economía y generen empleos de calidad. "No basta con que las empresas operen en la región; queremos que inviertan en su gente y contribuyan al desarrollo sostenible," comentó, refiriéndose a recientes conversaciones con gremios locales y nacionales.
Estas alianzas, según Santana, permitirán impulsar actividades como el turismo y eventos deportivos, con el doble propósito de dinamizar la economía y posicionar a Aysén como un destino único.
Otro eje de su estrategia es el equipo de trabajo que lo acompañará en esta tarea. Santana ya ha designado a Néstor Mera como administrador regional, destacando su experiencia en obras públicas y su capacidad para liderar proyectos estratégicos. Esta elección refleja el compromiso del gobernador electo de formar un equipo técnico y eficiente, centrado en los desafíos reales de la región. "Queremos personas que se enfoquen en trabajar por Aysén, no en sus intereses políticos," afirmó con determinación.
Con su visión clara y un liderazgo decidido, Marcelo Santana promete un gobierno que transforme la región y mejore la calidad de vida de sus habitantes. "Nuestro objetivo es hacer de Aysén un mejor lugar para vivir, con obras y proyectos que fortalezcan el tejido social y económico," sentenció.
¿Cómo ha estado este período desde que ganó la elección y la agenda del presente y del futuro?
Hemos realizado algunas actividades con vecinos, que tienen que ver justamente con ir ajustando este mapa orientador de lo que va a ser nuestra gestión. Y para nosotros ya hay algunas prioridades desde el punto de vista de la atención de las cosas, de los focos. Para eso nos estamos preparando, y también, ahora, a comienzos de diciembre, ya poder entrar en la afinación de los equipos, sobre todo ese equipo de primera línea que tiene que llegar conmigo el 6 de enero.
¿Qué le ha dicho la gente, si nos pudiera resumir en tres aspectos fundamentales que le está pidiendo la ciudadanía o las organizaciones con las que ya se ha juntado?
Bueno, primero decir que yo siento también que hay mucha expectativa del trabajo que vamos a realizar. El gobierno regional se ha convertido, a lo largo de los años y de su historia, en un detonante de muchas cosas, y sobre todo en materia de inversión, en materia también de concreción de instrumentos de fomento productivo. Por ahí es donde, y por supuesto se debe a la condición y a la realidad que tiene la región hoy día, es donde más se nos han hecho requerimientos. Desde el punto de vista de retomar la inversión pública, las grandes obras públicas, y ahí estamos de lleno trabajando ya en un proceso bien bilateral con el Ministerio de Obras Públicas, con el director de Vialidad particularmente, y con otras direcciones también. Debemos agilizar la licitación y la contratación de algunas obras, y también de algunas actividades económicas que son importantes, como el turismo. Estamos trabajando también con gente de acá de la región y agencias de afuera para poder traer eventos en temporada baja, eventos de índole deportivo que mezclen lo turístico con lo deportivo.
Así que yo creo que, en febrero o marzo, ya deberíamos estar en condiciones de hacer algunos anuncios de actividades que vamos a traer y retomar en la región de Aysén.
¿Cómo ha manejado el tema de las expectativas de la ciudadanía?
Siento que la gente está pidiendo muchas cosas, como que está ansiosa, que quiere ver rápidamente el cambio de paradigma respecto a la administración anterior. Uno debe escuchar y poder canalizar esas inquietudes, esos requerimientos y esos anhelos que existen en la comunidad. Pero, obviamente, también transmitir esa retroalimentación de parte nuestra ha sido en función de las cosas que van a ser prioritarias y a las que nosotros les vamos a poner toda nuestra capacidad para que ocurran. Otras iremos programándolas para años futuros, son cuatro años, y, obviamente, nuestra preocupación va a ser la reactivación económica a través de inversión pública y también de cosas que tengan que ver con la inversión privada, donde uno puede aportar. Pero, obviamente, hay que ir matizando esa expectativa con lo que es perfectamente posible y lo que es posible planificar para los próximos cuatro años.
¿Qué le parece lo manifestado por Omar Muñoz la semana pasada cuando advirtió que hay un déficit presupuestario cercano a los nueve mil millones de pesos ¿es una mala noticia y cómo la recibe?
Bueno, es una mala noticia porque habla de una mala planificación del recurso regional, y es algo que nosotros pusimos en evidencia durante todo el proceso que duró la campaña y donde fuimos bien críticos de esa gestión. La administración de los recursos regionales, cómo se privilegió, por ejemplo, las transferencias y no la inversión dura y pura, que es hacer obras, perjudica notablemente no solo la ejecución, sino que también la activación del empleo, entre otras cosas. Transferir recursos puede ser rápido en el momento, pero también genera dificultades porque las instituciones públicas, los municipios y a quienes tú transfieras tienen finalmente la responsabilidad de ejecutar y rendir. Es ahí donde se producen algunos problemas y, ahora, a fin de año, se produjo una sobre ejecución de cosas. Por lo tanto, está llegando mucho estado de pago y solicitudes de transferencia hacia el gobierno regional y, obviamente, ante una caja planificada con anterioridad, no da abasto para todos los recursos. Incluso iniciativas chiquititas, como los 8%, también se han visto perjudicadas, puesto que no hay suficientes recursos para poder transferir a todas las instituciones.
Hablando de recursos, ¿tiene claro ya cuánta caja de recursos FNDR va a disponer para el 2025, estimativamente, y con esa caja que se podrá hacer durante el primer año de gestión?
La ley de presupuesto ya se aprobó, se tramitó en el Congreso. Nosotros vamos a iniciar con un presupuesto basal de 85.000 millones de pesos, eso es un poquito más de 7.000 millones respecto a este año, 2024. Lo que nosotros no hemos podido hacer todavía es la revisión completa de la cartera FNDR que pasa de arrastre, que va a ser el 90-95% de ese presupuesto. Por eso, retoma mucho interés la capacidad que tenga la región de identificar proyectos con cargo al Plan de Zonas Extremas, que ya comienza. El Ministerio de Hacienda ha identificado 68 mil millones de pesos para el año 2025 destinados a las cuatro regiones. Estos recursos siempre están sujetos a la demanda: quien llega primero con las iniciativas bien desarrolladas se lleva las lucas. Entonces, nosotros tenemos una gran responsabilidad: presentar proyectos legibles y competitivos, aprovechar esos recursos y aprobar rápidamente la segunda versión del plan de zonas extremas para la región.
A propósito de eso, los alcaldes de su sector político dijeron que les gustaría revisar las iniciativas propuestas en el Plan de Desarrollo de Zonas Extremas. ¿Cree que debería hacerse lo mismo desde el Consejo Regional, considerando que hay mucha renovación en sus integrantes, comparte ese criterio?
Sí, de todas maneras. Está contemplado, incluso en el proceso inicial de 2025, volver a las comunidades para validar el plan. Esa validación incluye a los concejos municipales, a los alcaldes y al propio Consejo Regional, que finalmente sancionará el plan. Además, diría que este plan será ajustado. Hoy tenemos 193 iniciativas, pero lo óptimo, según sugieren los expertos y la Subsecretaría de Desarrollo Regional, sería priorizar alrededor de 100 iniciativas gestionables, viables y con impacto. Obras habilitantes que realmente desarrollen las comunidades, no caprichos que, lamentablemente, ocurrieron en la primera versión del plan, donde a veces se compraban cosas sin mayor impacto en la región.
¿Y eficiencia será un concepto clave en su gestión?
Por cierto, la eficiencia como gran concepto de la responsabilidad que tenemos y de la expectativa que generamos. El día 9 de diciembre tenemos la primera reunión con todo este equipo de confianza, los jefes de división y el administrador regioonal. Te diría que es una mezcla de personas con mucha expertiz en el ámbito público y otras con experiencia en el ámbito privado. Esto, para mí, es importante porque quienes han trabajado en el sector privado tienen un olfato distinto sobre lo que ocurre en la región y en el país.
A propósito del mundo privado, este sábado hay un encuentro donde estará el Ministro Marcel, el Vicepresidente Ejecutivo de Corfo, los sectores productivos de la región, y usted junto con otras autoridades. ¿Qué espera de ese cónclave y, fundamentalmente, de los próximos cuatro años, donde debe mantenerse un diálogo permanente entre el aparato público y el sector privado? ¿Se pueden alcanzar consensos?
Sí, y yo siento que hoy en el país hay interés de los distintos componentes de la sociedad por hablar de desarrollo y crecimiento económico. Hace tres o cuatro años esto no era un tema prioritario, pero, producto de la situación actual del país, ha vuelto la capacidad de generar acuerdos y pactos, como el Pacto de Desarrollo para la Región que se está proponiendo. Economistas como Óscar Landerreche e Ignacio Briones han hablado de esta necesidad de construir pactos públicos y privados que apunten al desarrollo regional.
Tenemos una región rica en recursos, y no debemos sentirnos avergonzados de hablar de desarrollo económico basado en esos recursos. Podemos generar energía, pero no hemos sido capaces de llegar a acuerdos regionales. Me incomoda un poco que desde afuera nos digan cómo debemos hacer las cosas. Sin embargo, estos liderazgos deben ser asumidos por actores vivos de la comunidad regional.
Por eso voy, porque convocan los gremios de la región de Aysén y ahí no hay que perderse ni un centímetro en ese fin loable. Sin embargo, yo no siento que sea el ministro de Hacienda u otro personero de Santiago quien nos tenga que venir a decir cómo hacer las cosas. Siento que hoy hay muchas personas en la región ávidas de que seamos nosotros, los líderes regionales, quienes logremos acuerdos, pongamos la región por delante y demostremos que somos capaces de generar desarrollo económico.
Vengo de una reunión el martes en Puerto Montt con la Asociación Gremial del Salmón. Les pedí que no vean a la región de Aysén solo como parte de su proceso productivo, donde se engorda prácticamente todo el salmón de Chile, pero que no ha generado impactos sociales significativos en las comunidades aledañas ni tampoco un gran impacto en la economía regional. No es un sector que impacte tanto en el empleo. Revisando los datos del INE, la salmonicultura es el quinto o sexto rubro productivo en impacto laboral en la región. Sí influye en el PIB, pero no tanto en el empleo. Y lo que hoy necesita la gente son oportunidades laborales.
Les pedí que, si ellos necesitan certezas de nuestra parte para desarrollarse, nosotros también necesitamos que vean la región como un lugar donde invertir en otros aspectos de su ciclo productivo.
¿Y hubo respuesta o no? ¿caras de asombro al menos? ¿advirtió buena disposición en eso?
Creo que transmití el mensaje. Había directivos y miembros de directorios, lo que era importante porque ellos son quienes finalmente toman las decisiones.
¿Qué reflexión le deja a las comunidades a menos de un mes de asumir su cargo de Gobernador Regional de Aysén?
Quisiera agradecer, sobre todo, las muestras de cariño que hemos recibido en este periodo post elecciones. En los distintos territorios de la región que hemos visitado, se ha manifestado el interés de la comunidad porque Aysén salga adelante, se desarrolle y haya obras que impacten en el crecimiento regional. Vamos a trabajar mucho para lograrlo. También quiero desearles un feliz término de año. Es un momento para disfrutar en familia. Mis mejores deseos también para los concejos municipales que asumen grandes responsabilidades. Trabajaremos con los diez municipios para hacer de nuestra región un mejor lugar para todos.