Este año celebramos el 87° aniversario del Hospital Regional Coyhaique, establecimiento que nació en 1937 bajo el nombre de "Casa de Socorros del Seguro Obrero", hito que nos invita a reflexionar sobre el papel fundamental, como único centro hospitalario de alta complejidad de la red asistencial aisenina, en las atenciones de salud que requiere y demanda nuestra comunidad.
Desde su inauguración, el hospital ha evolucionado, en su rol asistencial y social para enfrentar los desafíos de una región muy extensa en territorio, marcada por su geografía inhóspita, largas distancias entre comunidades y con una muy baja densidad poblacional y dispersión poblacional.
Es que nuestra región de Aysén presenta un desafío no menor, en lo logístico, de recurso humano, de infraestructura y tantas otras dificultades que llevan a cada uno de nosotros a seguir pensando en cómo dar el ancho para entregar oportunidad y calidad de atención en cada una de nuestras atenciones.
A lo largo de nuestros 87 años, estos desafíos han sido enfrentados, con fuerza, unión, compromiso, y vocación, los que han sido los pilares que guían nuestro trabajo diario gracias a los funcionarios que han transitado a lo largo de nuestra historia.
Por eso, uno de los aspectos que más destaco, es que paso a paso, vamos construyendo un hospital cada vez más resolutivo, en el que avanzamos a pie firme en lograr atenciones integrales de salud, localmente, para evitar una de las externalidades que menos nos gustan como funcionarios de salud, que nuestros usuarios deban trasladarse a otros centros hospitalarios para que sus patologías sean resueltas, abandonando su territorio y recuperándose lejos de sus familias y personas significativas.
Y es este uno de los tantos componentes sociales significativos que tenemos como Hospital Regional Coyhaique, el bienestar de nuestra comunidad, en la mayor cantidad de dimensiones que podamos, para lo que contamos con un recurso humano que es nuestro baluarte y que aprovecho, en este contexto de reconocer, porque fueron, son y serán un pilar fundamental para muchas personas y familias de nuestro territorio.
Reconocimiento que no es antojadizo porque sin ellos, de cada uno de los estamentos y servicios involucrados, no habría hospital. Los reconozco también porque continuamente están capacitando y actualizando sus conocimientos, adaptándose a nuevas formas de trabajo y tecnologías, para otorgar las atenciones que aquí, los 365 días del año y sin parar, entregamos a nuestra comunidad.
Además, es importante reconocer el esfuerzo y dedicación de su personal. Médicos, enfermeros, técnicos y administrativos entregan su profesionalismo y humanidad, características que comprenden la esencia del hospital, creando un entorno donde los pacientes se sienten seguros y cuidados.
Sin embargo, en esta fecha de celebración no podemos obviar los desafíos que aún persisten y de los que no nos olvidamos.
La demanda de atenciones médicas sigue y seguirá creciendo. También tenemos la necesidad de recursos y equipamiento, que se tornan cada vez más urgentes en la búsqueda de nuestros objetivos y de lo que demanda nuestra comunidad y, que debido a lo fundamentales que son, han sido reconocidas por las autoridades que nos han apoyado con distintas iniciativas para seguir creciendo y ser más resolutivos, lo que nos permitirá cumplir con nuestro esencial rol dentro de la red asistencial.
Que este nuevo aniversario sirva para celebrar lo alcanzado y también como un compromiso para seguir, todos juntos, comprometiéndonos para asegurar un futuro más saludable para todos los aiseninos.