En un emotivo acto cargado de sentido, la comunidad de Cochrane celebró la inauguración del primer Jardín Etnobotánico de Cochrane, un espacio colectivo y vivo que entrelaza la sabiduría ancestral, la biodiversidad nativa y el compromiso de una comunidad que protege su territorio con amor, creatividad y acción.
Ubicado en los patios interiores del Hospital de Cochrane, este nuevo jardín no es solo un lugar para contemplar plantas: es una cápsula de vida, una semilla de futuro que honra los saberes locales y promueve la conservación desde el hacer cotidiano.
Un tejido comunitario de colaboración y afecto por la naturaleza
La iniciativa fue posible gracias a una articulación inédita de actores locales, públicos, privados e internacionales. Entre las organizaciones participantes se encuentran el Comité Ambiental de Cochrane, la agrupación Descubriendo, la Unión Comunal de Clubes de Adulto Mayor y las agrupaciones indígenas Manque y Newenche. A ellas se suman entidades como el Hospital de Cochrane, Conaf, SAG, y la reconocida organización internacional Round River Conservation Studies.
El proyecto cuenta además con el apoyo clave de Fundación Mar Adentro, que ha promovido un enfoque transdisciplinario e innovador, así como de Explora, presente desde los inicios del proceso. Gracias a una campaña de recaudación impulsada por Fundación Naturaleza Pública, personas de todo Chile -incluyendo donantes comprometidos con la flora nativa y empresas como Copec- han contribuido a hacer realidad esta colección permanente de saberes y especies nativas locales.
Semillas como cápsulas de vida: un recorrido por la experiencia
Durante el proceso de creación del jardín se realizaron actividades abiertas como salidas a terreno, talleres de microscopía, recolección de saberes tradicionales y una investigación participativa centrada en las semillas nativas como cápsulas de vida, conectando ciencia, arte y memoria territorial.
Cada planta del jardín está acompañada de información botánica y cultural, permitiendo a los visitantes aprender sobre sus nombres tradicionales, usos medicinales, alimentarios o espirituales, y la importancia de su conservación en un ecosistema en transformación.
Un paso hacia la conservación desde lo cotidiano
En un contexto de acelerada pérdida de biodiversidad y transformación del paisaje patagónico, este jardín se presenta como un acto de resistencia y amor por el territorio. Una invitación a observar, conocer y proteger lo que aún nos queda.
"Queremos que este sea un lugar vivo, en constante transformación, cuidado por muchas manos. Un espacio donde florezca el conocimiento, la curiosidad y la conexión con lo esencial", concluyó María Jesús May, cofundadora de Naturaleza Pública.
El Jardín Etnobotánico de Cochrane ya está abierto al público ya futuro contará con actividades abiertas durante todo el año, incluyendo talleres, visitas guiadas, actividades terapéuticas, trueques de semillas y encuentros intergeneracionales. Es, sin duda, una nueva semilla de futuro plantada en el corazón de la Patagonia.
Un espacio que florece, y que aún tiene mucho por crecer
La inauguración no es un cierre, sino que el comienzo oficial de este camino colectivo. El siguiente gran desafío es la creación de un patio de rehabilitación y estimulación sensorial para niños y niñas Naneas (autismo, síndrome de Down y otras condiciones del neurodesarrollo), donde la naturaleza será aliada del bienestar, el juego y la inclusión.
RECUADRO
¿Cómo apoyar esta iniciativa?
Fundación Naturaleza Pública invita a toda la ciudadanía a ser parte de este proyecto, apoyando la campaña de crowdfunding o haciéndose socios a través de https://esponsor.com/naturalezapublica