Un estudio realizado en Chile -mencionado en una reciente publicación de El Desconcierto- señala una importante superposición entre la distribución del huillín (Lontra provocax) y el chungungo (Lontra felina) con las concesiones utilizadas por la industria del salmón.
La investigación concluye que la expansión salmonera reduce el hábitat natural de estas especies y aumenta su vulnerabilidad a otros factores de estrés, como la contaminación del agua y la proliferación de especies invasoras como el visón americano (Neovison vison).
"La falta de capacitación en la industria salmonera para diferenciar entre huillín, chungungo y visón americano ha resultado en interacciones fatales, agravando la crisis de una de las nutrias más amenazadas del mundo. Sin protocolos claros, la expansión salmonera seguirá poniendo en riesgo a estas especies.", explica Romanet Seguel-Rojas, bióloga marina y cofundadora del centro de investigación y transferencia científica Aysén (Ayciencia)
En diciembre de 2023, la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) envió una carta a los ministerios de Economía y Medio Ambiente de Chile, alertando sobre el peligro de extinción de estas nutrias y la falta de acciones gubernamentales para frenar su declive. Sin embargo, más de un año después, las autoridades aún no han respondido a esta advertencia, ni han tomado medidas concretas para mitigar el impacto de la salmonicultura en estas especies protegidas.
"La UICN propuso un grupo de trabajo para mitigar el impacto de la salmonicultura en las nutrias, con expertos y representantes del sector. Pero el gobierno aún no ha tomado medidas, dejando en mayor vulnerabilidad a estos mamíferos", detalla la bióloga marina de Ayciencia.
La mayor tasa de mortalidad de ballenas por colisiones en el mundo
El impacto de la industria salmonera no se limita a las nutrias. Un estudio publicado en la revista Marine Policy reveló que Chile ha sido el país con la mayor tasa de mortalidad de ballenas por colisiones con embarcaciones en la última década. La actividad salmonera, que depende de una constante circulación de barcos entre centros de cultivo y puertos, agudiza este problema, poniendo en riesgo a diversas especies de cetáceos que habitan las aguas del sur del país.
El estudio analizó los datos de varamientos entre enero de 1972 y septiembre de 2023. Durante ese tiempo se registraron un total de 226 varamientos de grandes ballenas. De todos estos casos, 141 (62 %) tuvieron una causa de mortalidad desconocida y 63 (28 %) estuvieron asociados a colisiones con barcos.
La combinación de un tráfico marítimo intenso y la falta de regulaciones para reducir el impacto de estas embarcaciones ha convertido a Chile en un punto crítico de mortalidad de ballenas. A pesar de las advertencias de científicos y organizaciones medioambientales, no se han implementado medidas efectivas para evitar estas colisiones, como la reducción de la velocidad de los barcos en áreas de tránsito de cetáceos o la creación de rutas de navegación alternativas.
Además de las ballenas, el daño que la salmonicultura causa a la fauna marina ha sido ampliamente documentado.
Prueba de esto es la carta realizada por la UICN sobre la situación de las nutrias nativas. Sin embargo, a más de un año de su entrega, no ha existido respuesta oficial por parte del gobierno chileno. Esta inacción, sumada a la permisividad en la entrega de concesiones para la salmonicultura dentro de áreas protegidas, agrava la crisis ecológica y deja en evidencia la falta de políticas de conservación efectivas en el país.
Según Romanet Seguel-Rojas, "El tráfico marítimo de la salmonicultura pone en peligro a las ballenas por colisiones y ruido submarino, alterando su comportamiento. Chile debe actuar ya con medidas como reducción de velocidad y rutas seguras para evitar más muertes de cetáceos y dejar libres áreas de conservación o protección ambiental".
Es crucial que las autoridades chilenas adopten medidas inmediatas para mitigar el impacto de la industria salmonera en la biodiversidad marina. La expansión descontrolada de la industria salmonera no solo pone en peligro la fauna marina de Chile, sino que compromete la integridad de sus ecosistemas y la sostenibilidad de su propia actividad económica a largo plazo. Sin regulaciones más estrictas y medidas de protección ambiental efectivas, el país seguirá avanzando hacia una crisis ecológica irreversible.