Las cifras son categóricas. En lo que va del período GEC (de Gestión de Episodios Críticos), dos meses y 20 días, ya se han registrado 26 episodios críticos (14 alertas, 6 preemergencias y 6 emergencias) en Coyhaique. La calidad del aire que estamos respirando es la peor del mundo. De eso, no hay dudas.
Sin embargo, el tema viene empeorando desde hace varios años. En el período GEC 2024 se registraron 87 episodios críticos (29 alertas, 36 preemergencias y 22 emergencias), lo que representó un alza de 17% en comparación con el 2023. ¿Qué ocurrió en 2023? Se registraron 74 episodios críticos (23 alertas, 32 preemergencias y 19 emergencias), lo que representó un 16% de aumento en relación al 2022.
¿Y en 2022? Los episodios críticos aumentos un 25% en comparación a 2021, es decir 64 episodios críticos desglosados en 22 alertas, 20 preemergencias y 22 emergencias.
Las alertas y emergencias de 2024, por ejemplo, son cifras que no se veían desde 2016. Claro, ese año se registraron 63 emergencias ambientales y no hemos llegado aún a esas cifras, pero los episodios críticos han ido en franco aumento desde 2021 a la fecha.
¿Un tema de salud pública?
De visita en la región de Aysén, la ministra de Salud, Ximena Aguilera, fue consultada sobre este preocupante tema y solamente señaló que "siempre hemos estado preocupados de la salud ambiental. Desde antes que se creara el Ministerio de Medio Ambiente, esta es una ciudad que en las estadísticas no sale en un buen lugar producto de los medios de calefacción. Se ha trabajado, lo ha trabajado el Ministerio de Medio Ambiente. No es un trabajo de nuestra cartera, el Plan de Descontaminación ha tenido bastantes avances en el reemplazo de la calefacción de leña por calefactores que contaminan menos, pero es un tema que se está viendo intersectorialmente y que radica principalmente en el Ministerio de Medio Ambiente. Ciertamente que nos preocupa".
Ximena Aguilera, ministra de Salud, de visita en Aysén
¿Desconocimiento sobre el tema o no se quiere abordar? Lo cierto es que la contaminación ambiental sigue siendo un problema de salud pública. Cada invierno, la Urgencia del Hospital Regional Coyhaique colapsa por la inmensa cantidad de pacientes con problemas respiratorios. Pero el problema queda en manos del PDA administrado por el Ministerio de Medio Ambiente.
En una reciente columna de opinión, el Seremi de Medio Ambiente, Yoal Díaz, destaca cifras ya conocidas en torno a cantidad de dinero invertido en subsidios térmicos y recambios de calefactores. "Coyhaique hoy no es la misma ciudad que hace diez años: tiene más infraestructura eficiente, mayor conciencia ambiental y herramientas que antes no existían". En la columna reconoce que "el problema sigue ahí, en cada bocanada del invierno patagón".
Sin embargo, declara que "el abandono no está en el Estado, sino en quienes eligen mirar hacia otro lado cuando hay que trabajar con rigor y constancia".
Costos sociales de la contaminación
A fines del 2024, la Universidad San Sebastián presentó un estudio en el que cifra en 4.800 los casos a nivel nacional de mortalidad prematura por enfermedades cardiovasculares asociadas a la inhalación de material particular fino 2.5.
Según el mismo estudio, en las regiones de Aysén y Magallanes se han reportado 43 casos de muertes prematuras asociadas a la contaminación ambiental. "La contaminación del aire en Chile tiene un impacto significativo tanto en la salud de la población como en la economía del país. El costo social de la contaminación del aire asciende a cerca de US$ 5.000 millones anuales, equivalentes a un 1,6% del PIB nacional", señala el informe.
Cecilia Moura, directora de la campaña Respira Coyhaique coincide en que la cantidad de episodios críticos "sigue siendo muy alarmante". Desde el 2018 vienen desarrollando diversas iniciativas de concientización y educación social en torno a los efectos de la contaminación en Coyhaique. Esa experiencia les permite entregar un diagnóstico.
Cecilia Moura, directora de la campaña Respira Coyhaique
"Esto tiene que ver con un problema estructural. El concepto de pobreza energética da cuenta muy bien de la problemática socioambiental. El tema del mercado de la leña, que es altamente informal y no regulado; y no contar con una ley de biocombustibles sólidos, hace que el mercado no se pueda regular y que la calidad de la leña que se quema en Coyhaique sea húmeda y siga siendo la alternativa más barata para mantener los hogares calientes. Mientras eso siga pasando va a ser súper difícil que este problema estructural cambie", explica.
Moura reconoce que "hay un tema de arraigo cultural, pero por sobre todo, es un tema económico" que hace preferir la leña a otros combustibles. Y es obvio, pues el alto costo de la electricidad en Aysén y la poca estabilidad del suministro en los meses de invierno pone en jaque a las familias al momento de elegir con qué calefaccionarse. "Nos ha pasado que estamos un día completo sin energía en esos días tan fríos. Por eso, tiene que ver con un tema de infraestructura, de inversión, de precios, de las leyes, del mercado informal de leña, la poca fiscalización, más que con la voluntad de cada individuo". A lo anterior se suma el mal aislamiento térmico de los hogares que no entrega la sensación de calidez que entrega la leña.
Sobre esto, la directora de Respira Coyhaique afirma que "hay un desfase. Tenemos muchas más casas que han participado en el recambio de calefactores versus las que han podido acceder al aislamiento térmico", pues se trata de una medida muchísimo más cara.
Consultada sobre las declaraciones de la ministra de Salud, quien prefirió dejar el fierro caliente en las manos de Medio Ambiente, Cecilia Moura no tiene dudas: "Es un problema de salud pública como también medioambiental. Es un tema que afecta hasta la productividad. Las personas que tienen niños chicos que se enferman durante el invierno, esas mamás tienen que pedir licencia, los niños no pueden ir al colegio. Pero además, las enfermedades respiratorias se agravan con el humo. Es algo que estamos todos muy acostumbrados y creemos que así son los resfríos, las bronquitis, las neumonías, pero no. La cantidad de humo presente en invierno hace que los niños no puedan mejorar, que caigan en condiciones más graves, lo mismo los adultos mayores o personas con una condición de problemas vasculares. Sí es un problema de salud pública (…) porque el efecto más grave es el que genera en nuestra salud".