Tres días duró la actividad de intercambio de experiencias entre habitantes de Río Ibáñez, Cochamó y Alto Palena en el sector La Junta, al interior del valle Cochamó, Región de Los Lagos.
El objetivo fue compartir historias, vivencias y aprendizajes en torno a una causa común que trasciende las fronteras de las provincias y regiones: la puesta en valor y protección de la identidad campesina patagona, y del maravilloso entorno natural donde se desarrolla. Son tres comunidades distantes geográficamente entre sí, pero cercanas en cuanto a sus tradiciones, actividades y preocupaciones actuales. Cada una ha desarrollado su estrategia y propuesta para conservar parte de su territorio y, con ello, resguardar las zonas de gran valor natural y cultural, promoviendo -a la vez- el desarrollo planificado de actividades sustentables como el turismo de naturaleza. En el caso de Río Ibáñez hablamos de la propuesta de crear el Áreas de Conservación de Múltiples Usos Torres del Avellano.
"Fue una instancia enriquecedora tanto a nivel personal como profesional. La oportunidad de intercambiar experiencias y perspectivas con otros participantes nos permitió reflexionar profundamente sobre los desafíos y oportunidades en la gestión comunitaria de nuestro territorio. Además, la organización y el entorno del Valle Cochamó hicieron de esta experiencia algo realmente inspirador", dijo Fernando Quintul, concejal electo de la comuna de Río Ibáñez.
Durante la jornada los visitantes conocieron la experiencia de la comunidad anfitriona, Cochamó, en torno a la creación del Santuario de la Naturaleza Valle de Cochamó y a la actual campaña para conservar Pucheguin.
"Esta experiencia fue especialmente enriquecedora porque no solo me permitió adquirir conocimientos sobre turismo sustentable, sino también compartir con personas locales de Cochamó y Palena, lo que fortaleció el aprendizaje comunitario. Además, considero que estas lecciones son fundamentales para anticiparnos al desafío del sobre turismo en la futura Área de Conservación (ACMU) Torres del Avellano. Me encantaría replicar el modelo del valle Cochamó en El Avellano", declaró por su parte Andrés Agüero, empresario local de turismo de Río Ibáñez.
A sus palabras se suman las de Edith Alarcón, presidenta de la Corporación Torres del Avellano, quien señaló esta fue una excelente actividad en la que pudieron aprender sobre temas concretos y útiles para el desarrollo del turismo en la ACMU Torres del Avellano, como el funcionamiento de los baños secos, compost y huerto, control de ingreso de turistas y, en general, la entrega de servicios en lugares aislados y de difícil acceso.
El predio fiscal Torres del Avellano está ubicado en la zona cordillerana de la comuna de Río Ibáñez. Son 103.000 hectáreas de importante biodiversidad y presencia de especies en categorías de peligro o amenazadas, incluyendo huemules, pudúes, pumas, entre otros mamíferos, y numerosas aves y anfibios que dependen de este ecosistema para sobrevivir. Además, se trata de un área con un profundo significado cultural, lugar de tradiciones campesinas y ganaderas patagonas, y de un creciente interés turístico.
El expediente que justifica la creación del ACMU Torres del Avellano fue entregado a la ministra de Medio Ambiente, Maisa Rojas, en abril pasado por al alcalde de Río Ibáñez, Juan Saldivia, y representantes de las comunidades locales.
"Visualizo esta propuesta como un modelo colaborativo y sostenible, con un gran potencial para consolidar un desarrollo territorial equilibrado. Si seguimos fortaleciendo los lazos entre las comunidades locales y las instituciones, estoy seguro de que podremos convertir esta iniciativa en un referente de conservación y desarrollo en nuestra región", finalizó Fernando Quintul.
La jornada de intercambio se hizo con el apoyo de Puelo Patagonia, la ONG Pew y el Programa Austral Patagonia de la Universidad Austral de Chile.