Redacción, Diario El Divisadero 
Este domingo, el Ministerio Público formalizó ante el Juzgado de Garantía de Puerto Aysén una investigación en contra de un imputado de 54 años, identificado como Luis Antonio Leiva Faúndez, por su presunta participación en el homicidio, ultraje de cadáver y inhumación ilegal de cadáver al interior de un domicilio particular en la ciudad porteña.
En la audiencia participaron los fiscales Alex Olivero y Pedro Poblete, quienes encabezan la investigación de este macabro hecho y presentaron una serie de antecedentes basados principalmente en el relato de testigos, vecinos, familiares y personas cercanas a la víctima y al arrendatario, además de otras personas que también testificaron por diversas circunstancias de la investigación y personal policial que participó en las primeras pericias.
En todos los relatos se repiten algunos datos, como que la víctima, Pablo Escobar (78), nunca manejaba cortinas en su casa y desapareció de un día para otro. Desde ese momento, notaron que las ventanas del domicilio estuvieron cubiertas con frazadas, lo que también llamó la atención.
El único que estuvo siempre en el domicilio era el imputado, quien les aseguró a todos quienes preguntaron que Escobar se había ido al norte para construir una cabañas. Incluso, uno de los hijos de la víctima también recibió la misma respuesta, lo que despertó sus sospechas.
Lo anterior, además de un gran desorden y suciedad tanto adentro como afuera del domicilio, alertó a familiares y vecinos, por lo que se presentó una denuncia por presunta desgracia.
Los relatos también coinciden en que les llamó la atención que la víctima no acostumbraba a encender la combustión a leña, pues su salud no le permitía picar leña. Por lo mismo, había comprado una estufa a pellet. Sin embargo, luego de su desaparición, vieron encendidas ambas estufas por varios días, incluso indicando que el extraño olor que expelía.
Imputado Luis Leiva Faúndez (54)
Otro detalle que todos los testigos aportaron es que la vivienda de la víctima tenía una cámara de seguridad que apuntaba hacia la entrada principal hacia el patio y la calle. Sin embargo, todos indican que la cámara desapareció de un momento a otro.
En la audiencia también se aportaron detalles de las pericias efectuadas por personal de la PDI, a quienes les sorprendió la presencia de ambas estufas, ubicadas a menos de un metro de distancia, encendidas generando una excesivamente alta temperatura al interior del hogar. También notaron una conducta nerviosa del imputado, quien no paró de fumar en todo momento, acabándose cinco cigarros durante la presencia de la policía.
Los efectivos policiales realizaron una inspección ocular de la vivienda, notando manchas rojizas, restos de cenizas esparcidas y restos óseos en el interior de las estufas. Entre los restos óseos hallados, detallaron la existencia de parte del cráneo de la víctima. También se incautó desde el domicilio un serrucho con restos de sangre humana.
Los restos hallados de la víctima ya fueron periciados parcialmente por el Servicio Médico Legal, comprobándose que corresponden a especie humana y al cráneo de persona mayor de 60 años de edad. Además, se indica que los restos corresponden solo a una persona. También se corroboró que los restos del cráneo y dentales corresponden a la víctima.
Durante la audiencia también se indicó que el imputado cuenta con tres condenas previas por delitos como robo con intimidación.
El Ministerio Público solicitó al Juzgado de Garantía la medida cautelar de prisión preventiva, toda vez que el imputado intentó escapar la noche del sábado desde el Hospital Regional Coyhaique.
A solicitud del abogado defensor Roberto Silva, el tribunal ordenó no mostrar el rostro del imputado, debido al principio de presunción de inocencia.
Finalmente, el tribunal ordenó la prisión preventiva del imputado y fijó un plazo de 120 días para investigar el hecho.
