Varias son las situaciones que complican a los vecinos y vecinas de Ampliación Pablo Neruda, una población que lleva varios años funcionando como Junta de Vecinos Achén, en Coyhaique. “Tenemos varias problemáticas, empezando por una hilera de árboles muy grandes, cuyos ganchos cayeron hace poquito encima de los cables de luz e hicimos los reclamos correspondientes a Edelaysén, Municipio. Se supone que se comprometieron en venir para hacer un despunte de los ganchos, sabemos que los árboles están en un sitio privado, pero los ganchos caen en la calle y se complica cuando pasan los autos o que con el viento caiga un gancho grande y pueda caer encima de los cables”, dijo Verónica Legue, presidenta de la Junta de Vecinos del sector.

El peligro podría tener graves consecuencias, porque cabe la posibilidad que el viento desprenda ganchos encima de los transeúntes e incluso niños y niñas que juegan en el lugar. “Se demoran mucho en venir a hacer algo y no queremos que esos ganchos caigan encima de un auto o a un niño que esté jugando”.

Es así que la directiva tomó contacto con la Gobernación, Municipalidad, Carabineros y Edelaysén, pero el problema subsiste y nadie se hace cargo. 

Por otra parte, la pequeña plaza que existe en el sector no tiene las condiciones para que sea un espacio de juego y recreación para la comunidad. “De los más de seis años que llevamos acá, hemos presentado tres proyectos para mejorar esta plaza, pero ninguno ha salido. Queremos colocar juegos, hacer una plaza para los niños y hasta ahora no se ha podido hacer. Con seguridad ciudadana también estamos en un proyecto y esperamos ahora poder contar con dos o tres juegos para los niños”, dijo la dirigenta. 

Una situación similar ocurre con la sede ubicada en la intersección de las calles Aldunate y Los Pilcheros. “Para la sede hemos pedido poda de árboles y corte de pasto muchas veces. Hace un tiempo atrás solicitamos que cortaran esos árboles y vinieron a verlos y los iban a venir a cortar, pero hasta hoy no ha ocurrido. Se pide y no lo hacen”, sostuvo Legue. 

“Cuando se hicieron las casas nunca se pensó que la persona trabajadora podía surgir”

Los pasajes estrechos, pensados en un solo sentido y sin vehículos a sus costados se han convertido en un dolor de cabeza para los habitantes, en una política habitacional obsoleta y que no se hace cargo de los nuevos tiempos. “Las casas no tienen estacionamiento, no entra un auto y la gente tiene que estacionar su auto afuera, porque no hay otra opción. Cuando se hicieron las casas nunca se pensó que la persona trabajadora podía surgir y tener un auto y guardarlo. Los pasajes son angostos. La municipalidad nos hizo la señalética. El tema habitacional en el futuro hay que pensar que la gente aunque tenga una casa va a surgir y tener un autito”.

Es por eso que la directiva “solicitó también que en calle Aldunate se coloquen lomos de toro o reductores de velocidad, porque en la tarde o la noche se hacen carreras, al tener pavimento pasan todos por acá y en los pasajes, hace un mes atropellaron un niñito en Marta Brunet, porque pasan muy rápidos los autos y necesitamos esos lomos de toro y se han pedido, pero hasta hoy no se ha hecho nada”.

Mientras tanto la directiva continúa cerrando proyectos y presentando nuevas instancias de mejoras para sus vecinos y vecinas. “Seguimos trabajando. Estamos terminando unos proyectos oftalmológicos y dentales con 22 vecinos y 80 entrega de lentes y ahora esperando la implementación de la sede”, finalizó Verónica Legue.