El cáncer de piel es una de las enfermedades más comunes en el mundo, y Chile no es la excepción. En los últimos años, el país ha experimentado un incremento preocupante de los casos relacionados con la exposición al sol.
La radiación ultravioleta (UV) es la principal causa de este tipo de cáncer, que puede provocar desde quemaduras solares graves hasta alteraciones celulares que derivan en tumores malignos. Según estadísticas recientes, en la última década las muertes por cáncer de piel en Chile han aumentado en un 40%, lo que ha puesto en alerta a autoridades sanitarias y especialistas. Solo en 2023, más de 560 personas perdieron la vida debido a esta enfermedad, según el Ministerio de Salud.
Un reciente artículo publicado en Bulletin of the American Meteorological Society, la revista más influyente en el campo de la meteorología, destacó un dato alarmante: Chile posee la región con la mayor radiación solar registrada en la historia del planeta. Este descubrimiento fue realizado por científicos chilenos y pone de manifiesto la gravedad del problema. En el desierto de Atacama, ubicado en el norte del país, los niveles de radiación ultravioleta alcanzan cifras tan extremas que solo pueden compararse con los del planeta Venus, el segundo más cercano al Sol, conocido por sus temperaturas abrasadoras de hasta 460 grados Celsius.
La radiación ultravioleta en la zona ha alcanzado niveles tan altos que las personas que viven en estas regiones están expuestas a un riesgo mucho mayor que el de otros países del mundo. Sin embargo, lo más preocupante es que este fenómeno no se limita solo al norte del país. En los últimos años, se ha observado un incremento de la radiación en regiones que tradicionalmente no se veían afectadas por estos altos niveles. Según datos de expertos, nueve regiones del país, desde Arica en el norte hasta el Maule en la zona central, han experimentado un aumento en los niveles de radiación. A lo largo de 2023, zonas tan al sur como La Araucanía, Los Ríos, Aysén, también han visto un cambio en la intensidad de la radiación solar, lo que ha sorprendido a muchos científicos y médicos.
Causas y consecuencias del cáncer de piel
El cáncer de piel es una enfermedad que, en su mayoría, está relacionada con la exposición excesiva a los rayos solares. Según los expertos, el 80% de los casos de cáncer de piel están asociados a la radiación UV, especialmente al daño crónico que ocurre con el paso del tiempo. Entre los tipos más comunes de cáncer de piel se encuentran el carcinoma basocelular, el carcinoma espinocelular y el melanoma, siendo este último el más agresivo y potencialmente mortal.
El melanoma, en particular, es una de las principales causas de muerte por cáncer en el país. Lo alarmante es que la tasa de mortalidad por melanoma en Chile es casi el doble que el promedio mundial, lo que refleja un problema crítico de salud pública. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), uno de cada 10 chilenos desarrollará algún tipo de cáncer de piel a lo largo de su vida. Esta alta tasa de incidencia es atribuida a varios factores, como la ubicación geográfica de Chile, que tiene una exposición directa a los rayos solares debido a su proximidad a la línea del Ecuador y la intensa radiación en zonas como el desierto de Atacama
El cáncer de piel, en sus primeras etapas, es generalmente asintomático. No suele causar dolor ni picazón, lo que hace que muchas personas no se den cuenta de que están desarrollando una lesión peligrosa. Sin embargo, existen señales claras que pueden alertar a los pacientes de que algo no está bien.
Los expertos señalan que si observamos manchas nuevas en la piel que tienen dos o más colores, bordes irregulares, o si los lunares existentes comienzan a crecer rápidamente o cambian de aspecto, es necesario consultar a un dermatólogo. Además, la aparición de granitos o heridas que no cicatrizan también puede ser un indicio de que algo no está bien.
El fotoprotector es clave en la prevención
A pesar de la creciente preocupación por la incidencia de cáncer de piel, los expertos insisten en que la prevención es clave para reducir los riesgos. El uso de fotoprotectores, ropa adecuada y accesorios como sombreros y gafas de sol son fundamentales para protegerse de la radiación UV. Sin embargo, el uso de protector solar no debe ser exclusivo de la temporada estival. La radiación ultravioleta está presente durante todo el año, y el 80% de los rayos solares pueden atravesar las nubes y la niebla, lo que significa que incluso en días nublados la protección es necesaria.
El fotoprotector debe ser utilizado a diario, y se recomienda un factor de protección solar (FPS) mínimo de 30. Es importante tener en cuenta que no solo se debe elegir el protector solar por su FPS, sino también por la frecuencia con la que se reaplica. Para mantener una protección eficaz, es necesario volver a aplicarlo cada dos o tres horas, especialmente si se ha estado sudando o en contacto con el agua.
También es fundamental que los chilenos adopten hábitos protectores que incluyan el uso constante de fotoprotector, ropa adecuada y la evitación de la exposición prolongada al sol, especialmente entre las 10 de la mañana y las 4 de la tarde, cuando la radiación UV es más intensa. Además, los especialistas insisten en la importancia de realizar chequeos dermatológicos regulares para detectar cualquier anomalía en la piel a tiempo.