Bastante entretenida estuvo la semana pasada con diversidad de eventos artístico-ambientales. Así, estuvimos el jueves en La Otra Cara de la Moneda conversando con el artista grabador Sebastián Peña del taller La Chalupa de Puerto Cisnes sobre su exposición "La extracción del pompón NO es sustentable", la que nos arrepentimos mucho habérnosla perdido de ir a ver. Unas horas después, estuvimos en el conversatorio sobre minería e industria bélica y viendo ese estremecedor video hecho por las y los colegas de Ecosistemas sobre este siniestro y silenciado tema.  El sábado estuvimos en una linda actividad de la Red de Recolección y Acción de la zona del gran lago Ge Go- Gonunumee (Gral. Carrera) y mas a la tarde en la inauguración de la exposición de unas maravillosas fotografías submarinas del sector Melimoyu de Eduardo Sorensen y Fundación Meri, la que además presenta tres documentales que están buenísimos. Finalmente, el domingo en la tarde, en el marco de La Fiesta de la Ciencia, disfrutamos en el Museo de la presentación -proyección en grande de tres series de fotografías submarinas del mismo Sorensen, ambientadas con buena música del grupo Ignacio González cuarteto. La verdad es que esta última, por calidad, belleza y excepcionalidad ¡merecía harto más publico! 

Entre los descubrimientos y comentarios que nos merecen esas actividades, valen: ¿sabia Ud. que Aisén (¡Reserva de Vida!) sigue exportando plomo para las balas de más de alguna guerra (¡y quien sabe que metales más!)? Y eso, como parte del concentrado polimetálico del cual poco y nada sabemos, menos aún de que sus "beneficios" queden acá. Bueno ¡los beneficios de la explotación del pompón tampoco! Sí quedan las "externalidades", como les gusta llamarlas a los economistas. De gobernantes cómplices de esas brutalidades mejor ni hablar. 

En cuanto a la Red del gran lago, iniciativa que desconocíamos, están colectando semillas de flora nativa para reforestación de su maltratado territorio, en vista que los viveros de Conaf adolecen de ellas. Ese sábado presentaron su proyecto y procedieron a la entrega de material educativo y maceteros con sustrato y semilla a los niños, que estaban fascinados, y de pasadita se eliminó un sector de pavimento que estaba demás delante de la tienda Patagonia (con colaboración de la Municipalidad) para sembrar flora nativa ahí. La verdad es que nos impresiono el cariño con que están realizando esas acciones. Entre el público presente, alguien nos contó que ese grupo había plantado un área verde en Puerto Ibáñez (y seguramente también en otros poblados). ¿Porque será que prácticamente no se sabe de este tipo de iniciativas tan hermosas y positivas? 

En cuanto a la exposición de fotos submarinas del sector canal Refugio - Melimoyu, al norte del litoral regional, les recomendamos ir a verlas (sala Bodega, Museo Regional), están muy hermosas y no todos los días hay posibilidad de apreciar la vida que hay bajo la superficie del mar regional. Y diríamos que es una vida poco conocida, que se encuentra en riesgo a causa de la contaminación de las salmoneras, por lo que no cuenta con mucha visibilidad. De hecho, las famosas declaraciones de impacto ambiental de esa industria, a vista y paciencia de la institucionalidad, ni siquiera hacen línea base de esa biodiversidad, quedándose prácticamente solo en aspectos físicos (que ya sabemos tampoco respetan). Así es como llega a ocurrir que, como le pasó a investigadores del Centro Huinay, al comparar fotos del 2003 con otras del 2013, descubrieron que se había perdido 75 % de esa biodiversidad.  Esperamos se pueda al cabo de diez años volver a fotografiar donde mismo (ahí en el canal Refugio) y comparar como sigue la vida submarina. De hecho, por ahí cerca esta uno o dos de los casos de contaminación y enmallamiento de lobos que denunciamos hace poco.

Y finalmente ¡esperamos que con hartas y hartos aiseninos y chilenos maravillándonos con la vida submarina entendamos a amarla, cuidarla y defenderla!