Con tres décadas viviendo en Coyhaique, y después de haber recorrido toda la región en diferentes trabajos vinculados al territorio y sus comunidades, la antropóloga feminista de la Universidad de Chile, Hayley Durán Bocaz, postula al cargo de consejera regional por la Provincia de Coyhaique, que incluye a las comunas de Lago Verde y Coyhaique.
La candidata del Partido Comunista de Chile forma parte hace dos años del conglomerado con más militantes del país, según el resumen estadístico publicado por el Servicio Electoral en febrero pasado: 45.960 militantes.
¿Por qué decidiste militar?
Esa perspectiva para mí era muy importante: estar al interior de un mecanismo como un partido político e incidir. Porque una cosa es lo que uno hace desde el activismo, desde la calle, con las marchas, con las manifestaciones, sin embargo, eso genera tensión y es un camino, pero el otro camino es estar en los espacios de poder y de toma de decisiones; y es necesario estar en todos los espacios, que las mujeres estemos en la calle y en la toma de decisiones democrática.
Tras ser madre, Hayley activó un compromiso feminista a través del Colectivo de Mujeres Desnudando y se vinculó con comunidades de gran parte de la región: "Hemos ido levantando las necesidades y el reconocimiento de los derechos de las mujeres sobre todo en Coyhaique y en Puerto Aysén. Hemos estado también en Chile Chico impulsando un activismo feminista con las compañeras de diferentes puntos de la región".
Como madre y mujer, y después de 30 años conociendo la Región de Aysén, ¿qué te motiva a ser parte de Consejo Regional?
Sabemos que los derechos de las mujeres son los primeros que se tiran a la basura cuando hay cambios importantes, cuando hay crisis política. Si asume un gobierno religioso, que es lo que está pasando en Afganistán y en Irán, los derechos de las mujeres retroceden. Es lo que está pasando aquí al lado en Argentina, donde el derecho que costó tantos años conseguir: al aborto, está a punto de ser tirado a la basura. Necesitamos estar y tener voz para defender los derechos que hemos alcanzado y para conseguir nuestra anhelada igualdad entre hombres y mujeres.
Mi principal motivación es aportar a través del Consejo Regional al Gobierno Regional. A través de mi trabajo en la Universidad de Aysén me ha tocado estar en algunos proyectos FIC, de Innovación para la Competitividad, y conozco cómo se defienden los proyectos ante el Consejo. Conozco cómo funciona el organismo por dentro y en otros trabajos, ya hace muchos años en la Conadi, me tocó presentar un programa de más de 700 millones de pesos para emprendimientos de la población indígena a nivel regional. Sé cuáles son los mecanismos que existen, sé cómo funcionan y creo que en el Consejo Regional debe haber personas que estén preparadas, que tengan la motivación, que tengan la curiosidad y que sean capaces, como mínmo, de leerse los proyectos que se discuten ahí, que vayan preparados a esa discusión porque me tocó presenciar muchas veces que no era así, que los consejeros o consejeras no estaban preparados, que hacían preguntas muy básicas, daban a entender que no habían leído el proyecto que se estaba discutiendo y eso me parece grave. Porque se les paga con recursos públicos y las decisiones que se toman tienen que ver con la inversión que se hace en toda la región, lo que repercute en el bienestar de las personas, de las familias.
Lo que hace el Gobierno Regional es muy importante y para eso necesitamos personas que estén preparadas y que les guste y quieran estar ahí, por lo tanto, esa fue mi principal motivación, es decir, que no solo seamos mujeres, sino mujeres que queramos aportar a construir desde la sustentabilidad y el desarrollo regional, la equidad territorial y desde lo que necesita la población.
¿Cuáles son tus principales compromisos si resultas electa el próximo domingo?
Tener siempre puesto el foco en las poblaciones, en las mujeres, para elegir los proyectos, para votar los proyectos que se aprueban, pensar en las mujeres, en las jefas de hogar, en la población LGTBIQA+ que también es muy importante, las disidencias sexogenéricas por las cuales también he trabajado y activado por muchos años. Ocuparse de las personas con discapacidad y también de los pueblos originarios. Enfocar ahí, en saber que nuestra población no es un sujeto indiferenciado, genérico y masculino, sino saber que lo que se vota en el Consejo Regional tiene un impacto directo en diversas personas que componen el colectivo de la Región de Aysén. Mi compromiso está en tener una mirada que abarque a todas esas poblaciones y exigir que todos los proyectos que se presenten, que todas las propuestas, tengan enfoque de género, y que abarquen la diversidad. Que la inversión que se haga impacte directamente en las distintas poblaciones que componen la región.
Y también me gustaría cumplir un rol de supervisión. Necesitamos que la ejecución presupuestaria avance y para eso también se necesita supervisar, que cada peso que el gobierno regional entregue, sea un peso que esté bien ejecutado y bien invertido.