La pesca artesanal ha sido, desde siempre, una de las actividades más representativas y esenciales para la vida en nuestra región de Aysén. Sin embargo, hoy nos enfrentamos a serios desafíos que amenazan no solo la continuidad de esta actividad, sino también el futuro de quienes dependen directamente de ella.
El Gobierno Regional en distintos espacios ha escuchado la visión y las voces de todos los actores involucrados en esta actividad. Industria, salmonicultura, pescadores artesanales y comunidades de Pueblos Originarios. Lo hemos dicho todos tienen espacio en el Mar de Aysén. Pero hoy, tras reunirnos con representantes de comunidades de Aysén, Puerto Gala y Caleta Andrade, volvemos a encontrarnos con preocupaciones que no desaparecen: la falta de fiscalización efectiva en nuestras costas y el impacto de la nueva Ley de Pesca que actualmente se discute en el Congreso.
Es alarmante constatar que nuestras instituciones fiscalizadoras, como Sernapesca y la Armada, carecen de los recursos necesarios para ejercer su función de manera óptima. Este déficit permite que embarcaciones provenientes de otras regiones ingresen a nuestro territorio, afectando gravemente los recursos pesqueros que, por años, nuestros pescadores han protegido con gran esfuerzo. Esta situación es insostenible y, desde el Gobierno Regional, hacemos un llamado urgente a las autoridades nacionales a fortalecer los mecanismos de control y fiscalización en la región de Aysén.
Es fundamental que la administración de los recursos pesqueros sea decidida a nivel regional. Aysén tiene derecho a determinar cómo, cuándo y por quién se explotan sus recursos. No se trata de cerrar nuestras fronteras ni de restringir la pesca exclusivamente a los pescadores locales, sino de establecer un modelo de gestión que respete las particularidades de nuestro territorio y garantice la conservación de los recursos para las generaciones futuras.
Asimismo, la propuesta de la nueva Ley de Pesca, que contempla la creación de macrozonas, ha generado una profunda inquietud entre los pescadores artesanales. Nuestra Región no está dispuesta a aceptar la imposición de macrozonas que abran la puerta a la explotación indiscriminada de nuestros recursos. Esta medida amenaza no solo la sostenibilidad de la pesca artesanal, sino también el bienestar de nuestra región. Desde el Gobierno Regional, reiteramos enfáticamente que no apoyaremos ninguna disposición que permita la destrucción de nuestro territorio en beneficio de intereses externos.
Es fundamental que la administración de los recursos pesqueros sea decidida a nivel regional. Aysén tiene derecho a determinar cómo, cuándo y por quién se explotan sus recursos. No se trata de cerrar nuestras fronteras ni de restringir la pesca exclusivamente a los pescadores locales, sino de establecer un modelo de gestión que respete las particularidades de nuestro territorio y garantice la conservación de los recursos para las generaciones futuras.
Desde el Gobierno Regional de Aysén, reafirmamos nuestro compromiso con la defensa de la pesca artesanal y la protección de los recursos naturales que sustentan a tantas familias en nuestra región. Sabemos que la fiscalización es un pilar fundamental para asegurar un futuro sostenible, y seguiremos trabajando junto a los parlamentarios, pescadores y demás actores clave para que Aysén sea escuchado en el Congreso.
El bienestar de nuestra región depende de decisiones que no solo consideren el desarrollo económico, sino también la preservación de los recursos que nos permiten mirar al futuro con esperanza. Aysén tiene mucho que decir, y juntos, autoridades y ciudadanos, haremos que esa voz se escuche fuerte y clara.