Garantizar el Acompañamiento de niños, niñas y adolescentes (NNA) hospitalizados es el espíritu de la Ley N° 21.372 también conocida como "MILA".
Si bien esta ley brinda importancia al trato digno de los NNA hospitalizados, también otorga relevancia al impacto del acompañamiento familiar o de una persona significativa en el desarrollo motor, psicosocial y la vinculación con su núcleo más directo durante su estadía en nuestro Servicio de Pediatría.
Los pacientes pediátricos hospitalizados por largos periodos atraviesan diversas etapas y nuevas complejidades, aumentando el estrés del grupo familiar y el posterior temor, una vez que el hijo o hija es dado de alta.
El Hospital Regional Coyhaique ya se considera un Hospital Amigo desde el 2014, estrategia que tiene por objetivo abrir los establecimientos de salud a la familia y comunidad, fortaleciendo la relación de nuestros funcionarios, en un importante número de aristas, hacia una salud amable, comprometida, acogedora y participativa, y es en este sentido que la ley MILA viene a ser una extensión para favorecer, en lo concreto, que nuestros hospitalizados, desde el Servicio de Pediatría, permanezcan acompañados.
Y es que garantizar el acompañamiento no es una idea antojadiza, es la extensión e implementación de hechos que han sido plenamente comprobados y que son de valiosa utilidad para nosotros como cuidadores de los NNA.
Es que los familiares o acompañantes significativos nos apoyan en conocer sus necesidades, sus preferencias, información que es tan relevante para disminuirles la ansiedad, el temor y el estrés ante procedimientos que pueden ser desconocidos, dolorosos y que nos permite entregar una atención más personalizada y eficaz, favoreciendo su bienestar psicológico y emocional.
Esta estrategia también es importante en otras áreas fundamentales como la educación a los padres y personas significativas en los tratamientos y cuidados que requiere el NNA, asegurando una transición más suave, progresiva y segura después del alta hospitalaria, manteniendo la continuidad del cuidado.
Este proceso se debe llevar a cabo con el respeto a las normas institucionales que nos garantizan los cuidados según las patologías de los pacientes. Es por esto, que durante el acompañamiento se autoriza a una persona en el servicio la cual puede realizar cambios (3) durante el día.
En resumen, el acompañamiento a hospitalizados menores de edad no solo es importante por razones emocionales y psicológicas, sino también por su impacto positivo en la calidad de la atención médica y la recuperación del paciente pediátrico.
Es por esto que la ley y normativa es tan importante, porque promueve un derecho que tiene un impacto positivo, dicho está. Pero este también viene de la mano de deberes que también debemos fomentar y educar, que tienen que ver con que los acompañantes deben, necesariamente, encontrarse en buenas condiciones de salud, que deben respetar las normas de higiene y seguridad en el uso de elementos de protección personal, retirarse cuando se deba hacer algún procedimiento, y por supuesto mantener un trato respetuoso y amable con nosotros, el personal de salud.
Por eso valoremos y cuidemos la norma. Fortalezcamos ese vínculo, el buen trato, la humanización, entre pacientes, acompañantes y nosotros, los equipos clínicos.