La tolerancia es un valor que día a día debemos poner a prueba y en todo ámbito de acciones, porque cuando se extravía, la sociedad corre el grave riesgo de verse enfrentado a situaciones de violencia y polarización ideológica.
Y no solo en lo político, sino que, en muchos otros aspectos, la intolerancia puede ser nefasta, y la historia nos demuestra que así ha sido, cuando los colectivos humanos, las democracias, no son capaces de erradicarla o al menos de juzgarla penalmente, como ciertamente debe ocurrir.
Hacemos esta introducción para referirnos a los ataques de intolerancia de os que han sido víctimas personas de las diversidades sexogenéricas que, con organización y responsabilidad, fueron protagonistas de un proyecto financiado por Fosis denominado Talento en Colores.
La nota de prensa referida al cierre de la iniciativa la subimos a nuestras redes sociales, y lamentablemente los ataques y la violencia hacia los y las beneficiarias fue brutal, una muestra de primitivismo que ciertamente como medio de comunicación no toleramos ni justificamos. De ahí la importancia de esta editorial, porque deja un precedente, una declaración de principios de nuestra parte respecto al respeto por las personas y sus derechos fundamentales. Ese es el estándar que toda democracia debe exigir, y quienes se aparten de esos bordes, ciertamente que bien merecen ser llamados intolerantes.
La diversidad, la inclusión y el respeto, son aspectos fundamentales para construir una sociedad más integrada, más plural, y quienes condicionen esas variables, simplemente se apartan de ese ideario y se exponen, justificadamente, a ser calificados como anti demócratas.
Ha costado tanto consolidar nuestra democracia, con sus luces y sus sombras, con todas sus imperfecciones, pero democracia, al fin y al cabo, y en ella por cierto que tienen cabida las diversidades sexogenéricas y toda persona que no se sienta representada con los patrones tradicionales que nos imponen los a veces vetustos, formatos sociales.
Diario El Divisadero es un medio de comunicación profundamente comprometido con la democracia y sus distintos matices, tolerante y plural, por lo que no podemos callarnos frente a quienes pretenden socavar esos valores, apelando a la violencia, la intolerancia y la descalificación.
En la medida que instalemos estos temas y nos sumemos a un auténtico proceso de participación y aceptación para profundizar nuestra democracia, seremos capaces de construir colectivamente, una mejor sociedad.
El daño hecho a esas personas con comentarios de odio nada lo repara, pero la actitud de quienes sí creemos en la diversidad, el respeto a los derechos humanos y la tolerancia, debe contribuir hoy y siempre que sea necesario, a condenar esas actitudes, y a repudiar a los y las intolerantes.