Durante los veranos, ocupa casi todos sus días como guía de pesca y durante el invierno fabrica y afila cuchillos, así son los ritmos de Nicolás González, quién abrió las puertas de su taller en Coyhaique al diario El Divisadero. 

Autodidacta y amante de las armas de cacería, Nicolás González cuenta cómo ese inició en este oficio: "Empecé con un taller de 50 dólares y hoy día estoy en 51. Tengo algunas herramientas que son específicas de fabricación de cuchillos. Sigue siendo bastante básico mi taller, pero eficiente", destaca.  

Desde niño aprendió a cazar y pescar, quería ser armero, cómo no tenía donde estudiarlo, empezó a fabricar cuchillos, lo más parecido a una escopeta, explica. El primero que fabricó, fue básico y sin ninguna instrucción. Luego, llegó hasta sus manos el libro "Taller de los 50 dólares", gracias al cual aprendió lo necesario para fabricar cuchillos con herramientas elementales y sin necesidad de una gran inversión. 

Cuenta sobre su motivaciones: "Esto para mí significa ocupar mi tiempo en algo que de verdad me llena. El hecho de estar metido entre los fierros, empezar algo desde cero y terminar con un objeto que termina siendo tan bonito y utilitario, para mí es gratificante".

En una temporada fabrica artesanalmente entre 25 a 35 cuchillos. "Mis clientes número uno son los pescadores que conozco en el río". Le han comprado desde Canadá, Estados Unidos, Australia y desde distintos lugares de Chile. 

Se le puede pedir cualquier tipo, pero dice que es él quien finalmente decide si lo puede hacer o no. Empezó con cuchillos de supervivencia, de tamaño relativamente pequeño, para la vida al aire libre. También, fabrica cuchillos de cocina, cacería y, recientemente, está incursionando en la fabricación de cortaplumas.

Uno de los más comunes que fabrica es el cuchillo tipo Bowie. "Es un tipo de cuchillo creado por el norteamericano Jim Bowie. Para que tengan una idea, el cuchillo de rambo era un Bowie", explica Nicolás González. Tiene uno en su taller con un cabo de ciervo rojo. También, tiene otro con empuñadura de mezclilla (micarta). Cuenta que, para fabricarlo, necesitó de varias capas de mezclilla de un pantalón viejo. 

Ocupa materiales nuevos y reciclados. Compra sierras viejas en aserraderos disponibles en Coyhaique e importa aceros especiales para fabricar cuchillos desde Estados Unidos. Fabrica sus cuchillos con aceros al carbono, un buen acero, que exige de cuidados, explica, pero con muy buen filo y que son fáciles de afilar.