Esta semana visité las unidades penales de Chile Chico y Cochrane, con la finalidad de inspeccionar los recintos, impartir instrucciones y también entregar algunas cosas comprometidas desde la Dirección Regional, y es que a pesar de lo complejo de las distancias y caminos, intentamos visitar ambos recintos penitenciarios todos los meses, no sólo porque es importante ejercer el control desde la perspectiva de que somos una institución jerarquizada, sino también porque nuestros funcionarios y la población privada de libertad deben saber que a pesar de las distancias estamos pendientes de ellos.
Chile Chico en la actualidad tiene 28 personas privadas de libertad, en Cochrane el número llega a 12, tan pequeña como la población penal de dichos recintos son las dotaciones de éstas, funcionarios que hacen patria en lugares recónditos, que solamente quienes habitamos en la región de Aysén entendemos las complejidades para el desplazamiento, de allí el valor de su compromiso con la misión que cumplimos.
En esta ocasión me desplacé con los jefes operativo y técnico regional, quienes además de impartir instrucciones en sus materias (seguridad y Reinserción Social), también tuvieron la oportunidad de realizar un levantamiento de necesidades, además pudimos realizar entrega de enseres, kit de baños, iluminación y materiales que permitan el mejoramiento de los venusterios de ambos recintos penales.
La oportunidad también sirvió para entregar dos estufas de combustión a pellets, de las que funcionan sin electricidad para el CDP de Chile Chico, mientras que para Cochrane se entregaron materiales y herramientas para el uso de las personas que se desempeñan en el taller laboral.
Sabemos que las necesidades son muchas, por eso quisiera resaltar que con antelación habíamos entregado herramientas para el taller laboral de Chile Chico y en el caso de Cochrane materiales eléctricos para mejorar el sistema del taller. Como se ve, los recursos van directamente orientados a mejorar las condiciones de vida de las personas que están bajo nuestra custodia en ambas unidades.
Por otro lado, puede observar en terreno las dependencias de la biblioteca y sala de computación del Centro de Detención Preventiva de Chile Chico a las que hice mención en la publicación anterior, las que se encuentran casi listas para entrar en funcionamiento. Recién este jueves quedó implementada la sala de computación con cuatro computadores para uso de las personas privadas de libertad en ese recinto, además de equipamiento para el interno que será monitor de la biblioteca y realizará los préstamos de libros, solo falta inmobiliario menor y la capacitación del monitor y estaríamos en condiciones de inaugurar, lo que nos pone por cierto muy contentos.
Regresamos con la tranquilidad de que tenemos funcionarios que realizan su labor de forma esmerada y con compromiso, que demuestran que tienen ganas de avanzar y mejorar la gestión penitenciaria, funcionarios que en definitiva entienden que nuestro trabajo impacta directamente en la vida de las personas que custodiamos, pero también de aquellos que forman parte de la comunidad a la que pertenecemos, después de todo, como dice nuestro slogan somos Reinserción Social y Seguridad Pública.